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¿𝗧𝗲𝗻𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹 𝗱𝗲 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼́𝗻 𝗺𝗲 𝗴𝗮𝗿𝗮𝗻𝘁𝗶𝘇𝗮 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝘀𝗮 𝗲𝗻 𝗺𝗶 𝗣𝗬𝗠𝗘? »
por Juan Carlos Valda
En el mundo de las PYMES, uno de los términos que ha ganado popularidad en los últimos años es el «tablero de control de gestión». Se ha convertido casi en una especie de talismán que muchos empresarios creen que, con solo tenerlo, garantiza el control absoluto de lo que ocurre en su empresa. Pero la realidad es que tener un tablero de control no es, en sí mismo, sinónimo de tener el control. Vamos a desglosar este mito para entender qué es realmente un tablero de control, cómo puede ayudarte y, lo más importante, qué no puede hacer por ti.
¿Qué es un tablero de control?
Un tablero de control de gestión es una herramienta que permite visualizar, de manera gráfica y clara, indicadores clave de desempeño (KPIs) en diversas áreas de la empresa: ventas, costos, producción, finanzas, recursos humanos, entre otros. La idea es que, con un vistazo rápido, el empresario pueda tener una visión general del estado de su negocio.
𝗦𝗮𝗯𝗲𝗿 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗲𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗵𝗮𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝘀 𝗰𝗿𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗣𝗬𝗠𝗘 »
por Juan Carlos Valda
Productividad NO es hacer MUCHAS cosas sino eliminar TODO lo que NO DEBE HACERSE
Cuando se trata de gestionar una pequeña o mediana empresa (PYME), es común escuchar al empresario decir: «Yo sé cómo hacer esto». Y claro, muchos empresarios tienen décadas de experiencia en su industria, conocen los procesos al dedillo, y pueden hacer funcionar la operación casi con los ojos cerrados. Sin embargo, la habilidad técnica o el conocimiento profundo de cómo ejecutar tareas no siempre es suficiente para garantizar el éxito de la empresa. El verdadero desafío no radica únicamente en saber cómo hacer las cosas, sino en saber qué cosas deben hacerse y cuándo. Esa es la diferencia entre trabajar mucho y trabajar con inteligencia.
El enfoque operativo vs. el enfoque estratégico
Uno de los mayores errores que cometen los empresarios PYME es centrarse demasiado en la operación diaria y descuidar la estrategia. Es cierto que hacer bien las cosas en el día a día es importante: cumplir con los pedidos, gestionar a los empleados, controlar los costos, etc. Pero si todo el enfoque está puesto en eso, se corre el riesgo de quedarse atrapado en una especie de «rueda de hámster», donde se trabaja sin parar, pero sin avanzar realmente.
¿𝗤𝘂𝗲́ 𝗰𝗮𝗿𝗮𝗰𝘁𝗲𝗿𝗶́𝘀𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗣𝘆𝗺𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗽𝗶𝗮𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗴𝗿𝗮𝗻𝗱𝗲𝘀 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀 𝘆 𝗲𝘅𝗶𝘁𝗼𝘀𝗮𝘀? »
por Juan Carlos Valda
Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) han sido tradicionalmente vistas como las “hermanas menores” de las grandes corporaciones, con menos recursos, estructuras más simples y una capacidad limitada para competir en el mercado. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto un fenómeno interesante: las grandes empresas están intentando replicar características propias de las PYMES para mejorar su competitividad y adaptarse a un entorno cada vez más cambiante y desafiante.
¿Por qué está ocurriendo esto? Porque lo que las PYMES tienen, muchas veces, las grandes corporaciones lo han perdido en su proceso de crecimiento. La agilidad, el enfoque en el cliente, la cultura de innovación y la flexibilidad organizativa son atributos que han permitido a las PYMES sobrevivir y prosperar en mercados turbulentos, y que las grandes empresas están ansiosas por recuperar. Veamos cuáles son esas características clave y por qué las empresas más grandes están tratando de copiarlas.
La falacia del control total, como perder el control tratando de que no se nos escape nada »
por Juan Carlos Valda
La «falacia del control total» es un tema que afecta a muchos empresarios de PYMES, quienes creen que deben supervisar cada aspecto de su negocio para que todo funcione correctamente.
Aunque esta visión puede parecer lógica al principio, en realidad es una trampa que limita el crecimiento de la empresa y agota al empresario. Vamos a explorar este concepto desde un enfoque innovador, rompiendo con las creencias tradicionales y sugiriendo alternativas más eficientes para la gestión empresarial.
La obsesión por el control: ¿de dónde nace?
Muchos empresarios, especialmente aquellos que fundaron sus propias PYMES, sienten que el éxito de la empresa depende directamente de su control absoluto. Esta mentalidad se arraiga en varias creencias comunes:
El miedo a la pérdida: Piensan que, si delegan, las cosas no se harán de la misma manera o con el mismo nivel de calidad.
La identificación personal con la empresa: Ven la empresa como una extensión de sí mismos, lo que les impide soltar el control.
“𝗡𝗼 𝗱𝗲𝗹𝗲𝗴𝗼 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮 𝘀𝗲 𝗺𝗲 𝘃𝗮𝘆𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀” »
por Juan Carlos Valda
Esta es una de las excusas más comunes que escucho cuando hablo con empresarios PyME sobre la necesidad de delegar. Y sí, digo excusa, porque detrás de esa afirmación subyacen temores y creencias que impiden que el empresario tome una de las decisiones más importantes para el crecimiento de su empresa.
Delegar no es fácil, lo entiendo. Para muchos empresarios, su empresa es casi una extensión de sí mismos, y la idea de perder el control puede ser aterradora. Sin embargo, la falta de delegación es una de las principales barreras que impiden el crecimiento y, a menudo, uno de los motivos detrás del agotamiento y la sensación de estar atrapado. Entonces, la pregunta no es si es seguro delegar, sino ¿Qué costo está pagando el empresario por no hacerlo?
En este artículo, exploraremos en profundidad por qué esta excusa es tan perjudicial, cómo superar el miedo a delegar y cómo hacerlo de manera efectiva para evitar que la empresa «se salga de las manos» y, en cambio, permita que crezca de manera más saludable y sostenible.