
Coaching & Mentoring
Las 4 grandes conversaciones de coaching »
Por Isabel Carrasco
Jerry Connor y Karim Hirani en “The greatest coaching conversations. Change mindsets, shift attitudes and achieve extraordinary results”, plantean que los grandes coaches son capaces de conseguir cambios profundos y duraderos en sus coaches porque saben cómo identificar y utilizar las cuatro mejores conversaciones de coaching., cada una de ellas ligada a un patrón mental. Éstas son:
1.- “SER”
Son las conversaciones relacionadas con las capacidades y recursos del individuo para mantener se sereno, abierto y empático en cualquier situación. Incluye la autenticidad y el ser uno mismo cuando más se necesite.
2.- “RELACIONARSE”
Son las conversaciones sobre las relaciones con otras personas. Incluyen aquellas dirigidas a influir, generar confianza, transmitir un mensaje difícil, colaborar o gestionar un conflicto.
7 fórmulas de coaching para aprender a preguntar »
por Daniel Colombo
El nombre de Michael Bungay Stanier seguro pasa desapercibido en el mundo del liderazgo tradicional; sin embargo, es uno de los más sonados en ciertas corrientes del coaching, especialmente ejecutivo, enfocado en el desarrollo y la productividad.
Michael es fundador de su compañía Box of Crayons, donde ofrecen, entre otros, programas de entrenamiento de 10 minutos o menos, enfocados en personas ocupadas. También es autor de libros que lideran ventas en Amazon, entre ellos, “El hábito del coaching”, que tiene como lema “Las 7 preguntas clave para liderar equipos y organizaciones del siglo XXI”.
En esa obra comparte un set de siete preguntas que todo líder necesita conocer para trabajar con sus equipos.
En definitiva, el liderazgo se trata de influencia de inspirar, motivar y acompañar a las personas en el desarrollo de su potencial. Este último rasgo es también parte de la definición de lo que es el coaching.
Cómo mejorar las conversaciones de líderes con 7 preguntas
Un aspecto fundamental del rol de quienes tienen posiciones de responsabilidad en equipos es saber mantener conversaciones valiosas, provocativas y que inviten a la reflexión y a la acción. Desde esta perspectiva, podemos hablar de lo que llamo “liderazgo coach”, es decir, convertirse en entrenadores del equipo.
Mentoría: ¿Cómo ayuda a la retención del talento? »
por Rafael Tamames
Los datos hablan. Hoy dicen que hay una gran cantidad de profesionales manifestando su intención de dejar su trabajo actual. Según Mckinsey, el 40% de los empleados de una encuesta dijo que es probable que renuncie en los próximos tres a seis meses. Además, el 53% de los empleadores dijeron que están experimentando una mayor rotación voluntaria que en años anteriores.
El mismo reporte revela que el 36% que ha renunciado en los últimos seis meses lo hizo sin tener un nuevo trabajo en mano. Algunas conclusiones conducen hacia el agotamiento como factor del éxodo, pero también de la falta de conocimiento de los empleadores sobre la situación o dificultades que los empleados han tenido.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, más de 15 millones de personas renunciaron a sus trabajos desde abril sólo en Estados Unidos este año.
Así juegan tus mecanismos de defensa para no enfrentar los problemas: cómo mejorar »
Por Daniel Colombo
En nuestro proceso mental interior, todos contamos con mecanismos que funcionan como ayudas que nos permiten encontrar equilibrio, serenidad, entendimiento y la posibilidad de vivir mejor.
Sin embargo, también tenemos los llamados mecanismos de defensa que, en forma inconsciente, los individuos utilizan para defenderse de emociones o pensamientos que podrían producir ansiedad o emociones no contributivas, generando ansiedad, sentimientos displacenteros o heridas emocionales si es que llegasen al plano de la mente consciente.
En la psicología fue Sigmund Freud quien los asoció con una especie de lucha interna que tiene como principal objetivo hacer desaparecer el sufrimiento en la persona.
Aprende a decir SÍ o NO para evitar la dispersión »
Por Anna Jiménez Olmos
¿Alguna vez has dejado a un lado tus funciones para concentrarte en tareas que no te correspondían sólo para que todo estuviera en orden? ¿Te has enfrentado a la dispersión por intentar abarcar demasiado? ¿Has dicho “Sí” a cosas que en realidad sabías que eran un “NO” rotundo?
No te preocupes. A mí también me pasa, y a la mayoría de la gente. Decir “No” cuesta mucho porque vivimos en la sociedad eterna del “Sí”, una sociedad que nos ha enseñado a aceptarlo todo sin rechistar para evitar mostrarnos como personas inútiles o improductivas. El “No” está mal visto, y poner límites también. Como dice Byung-Chul Han en su libro “La sociedad del cansancio”, nos hemos convertido en la sociedad del rendimiento, que lejos de la sociedad disciplinaria de Foucault, ya no crea locos o criminales, sino personas depresivas y fracasadas que se sienten frustradas con su vida personal y profesional.
¿Y cómo podemos solucionarlo? Haciéndonos escuchar. Aprendiendo a focalizar para evitar la dispersión. Distinguiendo cuándo es conveniente dar nuestro brazo a torcer y cuándo no. Por eso, hoy te voy a contar por qué es importante huir de la dispersión y aprender a decir “Sí” o “No”: