Fracaso inesperado.
Por José María Garrido
Los errores y fallos siempre suelen ser «inesperados». Pero el verdadero fracaso, ese que hace que te deslices tan rápido cuesta abajo que difícilmente puedes recuperar el aliento, a menudo contiene un potencial inesperado.
Hoy, hablando de #Mejora: FRACASO INESPERADO.
Estamos viendo áreas de oportunidad para la mejora y la innovación que a menudo se nos pasan por alto. Y, desde luego, la de hoy rara vez se tiene en cuenta: el fracaso inesperado.
Desde luego, se podría considerar que cualquier error o fallo es inesperado; después de todo, ¿quién planea equivocarse?
Pero aquí nos referimos al fracaso que es tan rápido y profundo que apenas puedes recuperar el aliento. Muchas personas quieren alejarse por patas de semejante calamidad. Pero hay otras que se han quedado para crear oro a partir de plomo.
Para ilustrarlo me voy a referir a uno de los mayores fracasos inesperados de todos los tiempos de la industria de la automoción en Estados Unidos: el lanzamiento del Ford Edsel. Seguramente no te suena de nada, pero te diré que fue producido con mucha fanfarria y una fuerte promoción. Pero el coche tuvo una muerte tan rápida que los supervivientes son considerados curiosidades hoy en día.
Sin embargo, el CEO Lee Iacocca y sus colegas de Ford aprovecharon el revés para comprender que el público ya no compraba coches simplemente para necesidades básicas de transporte, o por el nombre o lealtad a la marca. Los directivos de Ford determinaron, después del fiasco, que la gente compraba automóviles para reflejar la imagen que querían transmitir. El coche se había convertido en una compra de «estilo de vida».
Sobre la base de esa información, Ford produjo el Mustang (este sí que te suena, ¿verdad?), que inmediatamente se convirtió en un éxito inesperado, el producto nuevo más exitoso en la historia de la automoción hasta ese momento.
Comprender las causas del fracaso proporcionó los medios para crear un nuevo producto revolucionario.
Te planteo algunas preguntas para buscar oportunidades en caso de fracaso inesperado:
1. ¿Qué se ha retrasado o ha fallado más allá de nuestras peores expectativas?
2. ¿Dónde estamos perdiendo dinero o cuota de mercado de manera excesiva?
3. ¿En qué áreas los clientes están más alarmantemente insatisfechos?
4. ¿Qué parte de nuestra actividad exige el mayor trabajo corrector?
5. ¿Cuáles de nuestras proyecciones y suposiciones han sido más dramáticamente invalidadas?
La mayoría de la gente se mortifica a sí misma por un fracaso y celebra el fracaso de un competidor, sin molestarse en encontrar los factores subyacentes que no habían sido previstos de antemano. Esos factores, simplemente representan otro tipo de necesidad, una que actualmente no se cubre o que se cubre parcialmente. Pero el fracaso no es fatal y el éxito nunca es definitivo.
Lo que cuenta es el coraje.
Fuente: https://www.garridofreshmentoring.com/fracaso-inesperado
