Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Calidad de Vida » 3 Falsas creencias que te impiden encontrar tu propósito.

3 Falsas creencias que te impiden encontrar tu propósito.

 Por Virginia Cabrera

«Encuentra tu por qué y el éxito vendrá de su mano porque el propósito es el faro que guía nuestras acciones en la oscuridad de la incertidumbre». «Busca tu propósito y trabajarás sin que te cueste hacerlo». «Encuentra tu misión y encontrarás la abundancia en tu vida».

Es lo que nos dicen los gurús del management y la autoayuda.

Y quienes lo tienen claro nos confirman que tienen toda la razón.

Tanta matraca nos dan con lo del propósito que todos nos hacemos la misma pregunta: Y yo ¿Cómo demonios encuentro el mío? ¿Qué es lo que tengo que hacer o qué metodología tengo que seguir para encontrar mi propósito?

Yo también le doy vueltas a lo de encontrar mi propósito. Yo también quiero encontrar esa piedra filosofal capaz de transformar en oro cualquier metal y, por el mismo precio, concederme la vida eterna.

Nos ha jodido.

Pero resulta que en el camino, igual que todos esos alquimistas desesperados de la edad media, me he dado cuenta de que tal vez me estaba haciendo la pregunta equivocada.

Permíteme que te razone el por qué.

Tenemos una idea equivocada de lo que es el propósito

A base de darle vueltas y perderme, he entendido que la búsqueda de un propósito entendida como un viaje de descubrimiento hacia esa razón interior para continuar contra viento y marea, a esa luz que nos guía, o a esa energía que nos hace superar una tras otra cualquier dificultad, es una idea romántica.

Bonita. Pero engañosa.

Que hace cierto daño a quienes lo estamos buscando.

Porque confunde sobre lo que tenemos que buscar.

Y sin saber buscar, está meridianamente claro que será casi un milagro encontrar.

Cada vez me temo más que:

  • Tu propósito no es algo que “encuentras”. No es un tesoro que se esconde al final del camino de baldosas amarillas. La realidad es que el propósito es algo que se construye. Y que se hace piedra a piedra, asumiendo que no todas las piedras que encuentras servirán. Lo que yo he vivido es que casi cualquier actividad que eres capaz de hacer dejándote la piel en ella suma enteros a la construcción de tu propósito.
  • Tu propósito no es único. Todos estamos hechos de múltiples yoes. Intentar casarlos en uno es una hermosa utopía, pero la cosa no es tan simple. Incluso las personas que se muestran al mundo como altamente focalizadas tienen varias formas de ofrecer valor. Lo que yo he aprendido es que el propósito es un poliedro de múltiples caras, y que todos tenemos muchas maneras de dar lo mejor de nosotros mismos en ellas.
  • Tu propósito va cambiando. Pensar que no lo hace es, creo, el más gordo de todos los mitos. El propósito puede y debe cambiar. Porque cambia el mundo y porque cambiamos nosotros. Lo que yo he descubierto es que, a pesar de que hay cosas en la vida que nunca cambian, las que nos dotan de significado son diferentes en cada etapa de nuestra vida.
Lectura relacionada  Sueños cortos

El propósito no es algo que tengas que encontrar. Es algo que está en tu mano crear.

¡Cómo si fuera tan fácil!

No, no lo es. No hay recetas mágicas (Simon Sinek tampoco la tiene aunque sus libros están genial). Pero, igual que él mismo nos dice, hay ciertas acciones que, incorporadas a tu día a día, pueden ayudar.

Algunos hábitos son efectivos a la hora de construirlo

Y en mi propia búsqueda, ¿qué es lo que a mí me está resultando más enriquecedor?

  • Exponerme a nuevas experiencias. Tirar del hilo de mis intereses y ofrecer colaboración en proyectos de otros, tratando de descubrir gente nueva y diferente a mí (en modos, trayectorias, creencias y valores) que no solo me  inspire sino que me ayude a profundizar en nuevos temas y también en mis posibles roles como miembro de un equipo o una comunidad.
  • Reflexionar más sobre lo que hago y sobre lo que me pasa. Tanto sobre lo que me traigo entre mano hoy como sobre lo que he ido haciendo en algún momento anterior. Buscando lo positivo, lo impactante. Descubriendo cómo aquellas experiencias me hicieron ser lo que soy hoy, cómo ayudaron a desarrollar mis habilidades y a configurar mis valores y mi visión del mundo. Buscando y rescatando aquello que me hizo disfrutar o que hizo felices a otros, haciéndome sentir que mi contribución valía la pena.
  • Hablar de mi planes, mis objetivos y mis visiones. Y escuchar a otros hacer lo propio. Compartiendo lo que tengo en la cabeza para dejar que otros me den a su vez su particular visión. Pidiendo a conocidos y no tan conocidos que me cuenten en qué andan, qué les mueve por dentro, cuáles son sus historias y sus caminos. Solicitando consejo, contradicción y nuevos hilos de los que tirar. Sinceramente, creo que no valoramos lo suficiente el valor de una buena conversación.

Lo que siempre funciona es lo de ponerse a currar

El propósito se configura con más facilidad cuando cambiamos estas ideas románticas propias del cine y de la literatura por conceptos más terrenales pero que resultan ser más constructivos.

Me temo que darle vueltas al coco esperando al arcángel san Gabriel que nos señale nuestro lugar en el mundo y nos encargue una misión no resultará. Sentarse a desear que la diosa Atenea te marque el camino y te incite al viaje como a Ulises no es eficaz.

Lectura relacionada  Puntos de vista...

Porque ni dioses ni arcángeles se aparecen a nadie en la vida real.

Solo un cambio de mentalidad y un esfuerzo consciente y continuado te permitirán dar verdadero significado a cada área de tu actividad y de tu vida.

Fuente: https://balcon40.com/2024/01/05/5101/

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.