por Diego Martos
Ahora que el trabajo hay que buscarlo debajo de las piedras para parados, autónomos y pequeños empresarios, dejo claro que yo lo busco e intento desde la excelencia personal.
Sin embargo sigo viendo de cerca mucho mediocre obediente y encima pesimista. Mediocres que impiden la meritocracia necesaria en este país por miedo a salir al abismo de su incompetencia.
Para mi es evidente que para los mediocres obedientes no hay más sitio, especialmente para los que están trabajando sin ganas, ni margen de mejora. Siento que hay bastantes marionetas que se dejan influenciar en exceso por los que viven y se sienten importantes como pregoneros de su propio terror interior. Naturalmente esto afecta a más parálisis social y profesional.
Afirmo desde mi experiencia que hay un status quo imposible de sostener. Basta ya de mediocridad vendida a precio de oro, fin a los mediocres que tapan sus errores dedicando un tiempo precioso a su defensa, en vez de dar ejemplo a si mismo y a las nuevas generaciones. Basta ya a la gracia con connotación negativa “Los Españoles somos un pícaros”
Mira si te refugias en la inacción o en la falsa positividad como forma de escapar de la negatividad actual. Por experiencia personal, sólo cuando se está jodido de verdad y se sale, se puede comprender de veras lo que significa pasar por el túnel de la transformación interior.
Se que el miedo a brillar es más potente que el miedo a fallar, sin embargo te animo a que te descares a lo bestia con tu talento. Basta ya de formas. Conozco muchas personas brillantes que podrían vivir de sus hobbies, sin embargo lo desestiman desde el cortoplacismo del resultado. ¿Qué espacio dejas a tu talento único?
Te animo a que entrenes el músculo de lo imposible, desde la pasión, la imaginación y por supuesto con un compromiso real de cambio. Toma fuerzas y nutre tu constancia, te hará falta para correr con sentido cuando tengas una buena idea. No pienses en qué puedes perder, sino en qué vas a ganar cuando lo consigas. Empuja con fuerza, te necesitamos.
Cuéntale al mayor numero de personas posibles tu idea excelente y dale forma hasta conseguir hacerla realidad en la práctica. Encontrarás otras personas que te sorprenderán con ideas complementarias con las que quizá emprender juntos desde los nanopasos. El “yo te ayudo” funciona siempre si lo haces y recibes desde el corazón.
Se tú mismo, vive la vida desde tus valores como la generosidad, la sencillez y no dejes de actuar como protagonista de tu vida. ¿Qué si cansa ser protagonista?. No, si tomas carrerilla con coraje. Ser excelente es un permanente parto de ideas y camino de tolerancia al fracaso.
La excelencia no es una opción, es una acción que se trabaja a fondo día a día.
Fuente http://www.diegomartos.com/mediocridad-o-excelencia-tu-eliges/
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