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Los estilos gerenciales no son en sí mismos ni buenos ni malos. Lo que sí es recomendable es que tu propio estilo esté en concordancia con el estilo de la gente que trabaja con vos ya que, si así no fuera, te resultará difícil manejar adecuadamente a tu gente. Como la interacción es la base del trabajo gerencial, este post está orientado a reflexionar sobre tu estilo de dirigir y la concordancia con lo que esperan tus colaboradores. En cualquier organización un gerente descubre que existen dos factores que varían independientemente el uno del otro. El primero, es su estilo natural que tiene dentro de la dimensión “laxo-estricto”. El segundo refleja la preferencia predominante que sus subordinados tienen por el ambiente “laxo-estricto”. Estos dos factores pueden juntarse dando como resultado una sinergia casi perfecta, o que se presenten desarticulados y causen entonces una perturbación que resulte casi imposible administrar la situación. Con este material tenés la oportunidad de explorar las posiciones que existen dentro de tus propias circunstancias y el grado de ajuste que se da entre vos y tu gente. A partir de lo que encuentres en este análisis, podrás diseñar un plan de acción para mejorar tu administración. Tu estilo gerencial Entre las influencias más importantes sobre el estilo administrativo de una persona, se encuentran tus sistemas de valores, tu manera usual de tratar a los demás y tu necesidad de seguridad. Si bien cada persona puede actuar con flexibilidad en la manera como se comporta con otros, cuanto más tiendas a ubicarte en los extremos, menos capacidad tendrás para poder adaptar tu estilo administrativo a diversas personas y situaciones. Así, de acuerdo a la puntuación que obtengas, podrás caracterizar los distintos estilos gerenciales que encontrarás definidos más abajo Decodificadores Con los resultados que hayas obtenido, vale la pena reflexionar lo las probables implicancias de tus conclusiones sobre vos y tus subordinados. Y para ello vale la pena considerar cómo reacciona cada uno de tus colaboradores frente a tu estilo. El estilo de tu equipo En el segundo ejercicio que te propongo y que encontrarás más abajo, marcá tu evaluación acerca de dónde crees que se encuentran como grupo. Sumá las puntuaciones y luego multiplicá tu puntuación por cuatro. A continuación compará la puntuación que obtuviste en el primer cuestionario, con la que has obtenido referente a tus empleados. Si entre las dos calificaciones hay diez puntos o menos, no debieras tener problemas para acoplar tu estilo gerencial con el de tu equipo. Probablemente habrás escogido muy bien a tus colaboradores y tener un estilo de total apertura para que sea posible que ellos se expongan y den todo de sí. Si la diferencia es de más de veinte puntos, entonces tenés problemas. Pero recordá que el problema es tuyo, no de ellos. Como gerente, considera que corresponde a tu responsabilidad ordenar la potencialidad de tu equipo para llegar a conseguir los objetivos. El estilo individual de sus colaboradores Imagina una gráfica bidimensional en la cual los motivos de automejoramiento se ubican sobre un eje y los autoprotección sobre otro. Con ello divides la escala en nueve grupos para llegar a la caracterización de los colaboradores determinada por su motivación. Esto aparece en el cuadro siguiente gráfico Algunas pistas para un ajuste de estilos De este modo, el zángano apático necesitará mucha dirección. Si puedes lograr algo con él, será el súbdito natural del Emperador. En el otro extremo, el Jugador no daría lo mejor de sí, si tuviera tanta supervisión; se le puede manipular pero si no siente que está participando en la administración de su parte de la organización, muy pronto empezará a buscar en otra parte la manera de crear su propia esfera de influencia. En síntesis, conviene que que te hagas las siguientes preguntas: ¿Cómo se relaciona mi estilo gerencial con las personas que tengo que administrar? ¿ Se ajusta a ellas? Las respuestas, tus respuestas, te ayudarán encontrar un camino para resolver los problemas interpersonales que como gerente tenés que confrontar en el proceso de establecer las relaciones con tus colaboradores y lograr los objetivos. Autor Francisco Lehmann Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante para todos que nos dejes tu comentario. Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail ingresando tu dirección de correo en: Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente. Ten la precaución de escribir bien tu dirección y luego debes confirmar la suscripción aceptando un mail que recibirás en tu casilla desde Feedburner. Sólo entonces estarás realmente suscripto !! Muchas gracias por acompañarnos. Puedes encontrar MUCHO más material relacionado a este tema que te interesa en nuestro Blog Grandes Pymes
En el ejercicio siguiente encontrarás una sencilla prueba que ofrece marcadores de expresión de tu propio estilo. Completá el cuestionario tildando en una de las cinco columnas, lo que creas que refleja tu posición personal entre los dos enunciados. Por ejemplo, si estás completamente de acuerdo con el enunciado que aparece en el lado izquierdo, poné la marca en la columna de la izquierda. Si no podés decidirte por ninguno o los compartes por igual, poné tu marca en la columna central.
En principio hay que ver qué debe hacerse sobre todos ellos como grupo y luego sobre cada uno de ellos por separado. No todos tus colaboradores responderán de manera similar a tu estilo de dirigirlos.
Sugiero que consideres que los objetivos personales de todo empleado tienen dos aspectos que deben observarse:
No existe un ajuste total fácil entre la dimensión laxo-estricta de la gerencia y los tipos de colaboradores. Pero como regla general, cuanto más motivado se encuentre el empleado (por cualquier razón: logro o autodefensa), menos estricto será el estilo necesario para administrarlo y dirigirlo.