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El cambio necesario en la educación: Enseñar cómo funcionan las cosas

por Angel Gavin

¿Por qué tenemos dificultades para innovar? ¿Por qué, naciendo como seres creativos, nos cuesta plantear soluciones innovadoras, disruptivas o no? En mi opinión, porque no nos enseñan cómo funcionan las cosas. O, mejor dicho, no tenemos nuestras mentes predispuestas a preguntarnos cómo funcionan las cosas.

Te propongo un pequeño experimento. Pregúntale a un niño si sabe cómo llega a la tienda el sobre de cromos o la bolsa de chucherías que acaba de comprar. Probablemente la respuesta estaré en la línea de un señor lo ha hecho y lo ha traído en un camión a la tienda. Todas las teorías y sistemas de logística y distribución a tomar viento por la farola. ¿O no?

No. Las cosas no son tan sencillas. Ahora trata de explicarle, a nivel muy sencillo (¡tampoco hay que pasarse!) que el “señor” que hace los cromos (o lo que sea) no tiene capacidad para enviar él mismo, con sus camiones, a todas las partes de tu país, o incluso del mundo. Que nos sabe cuántos sobres tiene que enviar a esa tienda, y que necesita una red de comerciales para ello. Que los sobres no se envían desde la fábrica, sino probablemente desde centros de distribución … Y que puede que se tengan que fabricar en varios sitios porque si no sería muy costoso llevarlos a esos centros (o no llegarían a tiempo).

No prejuzgues pensando que le va a parecer aburrido. Somos seres curiosos por naturaleza. Por lo menos hasta que esa curiosidad nos la matan, o nos la matamos solitos. Pero además le estás hablando de SUS cromos, o de las chucherías que le gustan. Sí es probable que tenga cierto interés en el tema. Y, si no es en este ejemplo, encontrarás otros. Cada niño es un mundo.

Nadie jamás se molestó en contarme qué es eso de la logística y distribución. Lo poco que sé lo aprendí a retazos, oyendo de aquí y de allá (el padre de un amigo era agente comercial, un primo mío trabajaba en una empresa de distribución de bebidas, …) Hasta que por motivos profesionales estuve involucrado en un proyecto de consultoría de una PYME del sector de la distribución. Otro baño de humildad profesional a este ingeniero de software.

No podemos saberlo todo, simplemente no tenemos tiempo ni capacidad para entender y comprender cada una de las cosas que pasan a nuestro alrededor. Pero con demasiada frecuencia nos oímos frases como ¡Uy! Eso es muy complicado para ti, o Jamás lo entenderás. O, peor aún, Las cosas no funcionan así, sin dar ni media explicación más. Unas veces por nuestra propia falta de conocimiento; otras, por falta de confianza en que serán capaces de comprenderlo; y algunas otras, por pura pereza de dedicarles un rato que no se antoja corto. Así, a la larga, tendemos a simplificar: entra A y sale B.

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No me refiero, insisto, a saberlo todo. Pero sí hay que fomentar una forma de pensamiento crítico que no esté basado en la excesiva simplificación y en la ley de causa y efecto. Lo que sucede por el medio importa, y mucho.

Causa y efecto. Pero las cosas, desgraciada o afortunadamente, no son tan sencillas. Y si no conocemos cómo funcionan las cosas a nuestro alrededor, difícilmente podremos cambiarlas o mejorarlas. Estamos, entre otras cosas, imposibilitando la innovación.

Una de las técnicas para proponer soluciones innovadoras (sobre todo en procesos, pero también en productos y servicios) es el denominado Customer Journey (traducido a veces como Viaje del Usuario). El ejemplo que suele ponerse es el de un viaje en avión. Si analizas cada una de las cosas que suceden desde que tienes las maletas preparadas para salir, hasta que llegas a tu hotel de destino, tendrás un montón de oportunidades donde una aerolínea puede mejorar su servicio: cómo te desplazas al aeropuerto, la facturación, la sala de espera, el vuelo, la recogida del equipaje, transporte al hotel, … Esto se hace habitualmente en todo proceso industrial para mejorar los procesos. Te recomiendo que eches un vistazo al post en el que daba algunas recetas mágicas para innovar en procesos.

Conclusiones

No menospreciemos ni las ganas ni la capacidad de aprender de los demás. Ni en niños ni en adultos. Sólo si sabemos cómo funcionan las cosas, si estructuramos nuestras mentes para no caer en la excesiva simplificación, seremos capaces de mejorar todo aquello que nos rodea. Incluyendo, por qué no, nuestra propia sociedad.

Evitemos frases como el no lo entenderás, esto es muy complicado, no tengo ni idea, … Si no lo sabes, averígualo. Y dedícale tiempo, paciencia y esfuerzo.

¿Qué cosas te han preguntado un niño sobre el por qué de las cosas? ¿Supiste contestar?

¡Gracias por compartir tus experiencias con los demás!

Fuente http://elmiracielos.com/2015/04/30/el-cambio-necesario-en-la-educacion-ensenar-como-funcionan-las-cosas/

 

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Comentarios (1)

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