Transcurren los últimos días del mes de marzo, ya iniciado nuevo otoño en Buenos Aires….y un otoño que tímidamente parecía asomar mientras el verano se resistía a dejarnos con sus altas temperaturas y un calor que nos abrazaba, pero de pronto los primeros frescos y las primeras neblinas matinales no dejan duda, ya ingresamos a la segunda estación que el clima repite cada año, bienvenido pues otoño y ya volverás verano a poner más verde que nunca en cada plaza y cada parque de la ciudad.
Como es mi costumbre desde hace muchos años en mi vida, visito todos los meses algunas librerías del centro porteño y curioso como soy, leo y reviso diferentes novedades, diferentes autores, diferentes títulos……así es como doy con un libro cuyo título me atrajo y se trata de “La ley del propósito”, su autor es N. C. Kurt.
Mi presente “borrador urbano” que voy iniciando se inspira en dicho libro dado que su propuesta es en rigor uno de los temas que recurrentemente en nuestras vida se repite y no tiene sesgo que remita a una edad determinada, cuántas veces nos detenemos y repensamos….”pero cuál es mi verdadero propósito en la vida?”, muchas veces son momentos de replanteos, de alguna crisis personal o profesional, son esos típicos momentos de “stop and go”, sea que lo provocamos nosotros, sea que nos viene dado por circunstancias no esperadas, son momentos que nuestra brújula interior o GPS interior nos indica: “recalculando”.
El autor del libro menciona que, “la ley del propósito” está regida por ciertos principios, a saber:
-Universales, esto es de aplicación para cualquier persona.
-Atemporales, no están delimitados a un segmento de tiempo, ni edad determinada.
-Irrefutables, no es posible negar su fiabilidad.
Toda vez que apelamos a la palabra “propósito” es muy factible nos lleve a bucear en nuestro interior para determinar nuestros “talentos”, nuestros “dones” y se pregunta y nos pregunta en su libro N C Kurt: sabemos cuál es nuestro verdadero don?, conocemos cuál es nuestro propósito en la vida?, estamos haciendo hoy aquello que de niños soñábamos?
Si tal como expresa el autor, buscamos una definición de “don” y nos remitimos al diccionario podremos leer, copio su cita textual: “bien natural o sobrenatural que otorga Dios. Gracia especial o habilidad para hacer algo. Dotes como intelecto, ingenio, capacidad, prudencia, etcétera, que resplandecen en una persona”.
Una de las primeras conclusiones que en los primeros capítulos del libro insiste su autor es que, todos tenemos nuestros dones y talento, que muchas veces pasamos años y quizás hasta toda la vida sin advertirlo, ya que el “deber ser” inculcado en nuestra niñez pudo ahogar nuestro “querer ser”, una de las maneras en que se manifiesta dicha circunstancia estriba en haber puesto todo el foco desde niños más en nuestras debilidades, que en nuestras fortalezas y no se trata de soslayar todo aquello que podemos mejorar, sino en el error de no poner todo el énfasis en desarrollar y manifestar nuestro potencial a través de las fortalezas.
Es importante remarcar que, trabajar insistentemente en mejorar algunos aspectos donde se advierte alguna debilidad nos puede generar, con el paso del tiempo y un riguroso acto repetitivo a desarrollar una pericia, que no es lo mismo que talento, ya que una de las características que se ponen en evidencia y se manifiestan en las personas talentosas es su estado de flujo, que es, según nos comenta Kurt, “un punto tal de concentración, donde se agudizan los sentidos y se evaden de cualquier tipo de interferencia o distracción, con un sensación de plenitud tal, que el tiempo parece volar”.
Te puede sobrevenir una gran duda, este tema de los “dones”, será para unos pocos? Y yo cómo puedo dar con mi don, con mi talento, con mi mejor versión de mí mismo, con el mejor ser que puedo ser ?
Entonces paso a transcribir textualmente al autor N.C. Kurt y su muy simple y eficaz metodología para identificar nuestros dones naturales, veamos:
-Paso 1, realicemos una nueva actividad, no importa si tenemos experiencia, si creemos poseer capacidad o no, ni tampoco los resultados que obtengamos. Tomémoslo como un simple experimento. Hay que atreverse.
–Paso 2, Pensemos, lo hacemos más o menos bien? Consideramos que vamos adquiriendo la habilidad rápidamente? Al cabo del tiempo, notamos que agregamos cosas que nadie nos enseñó y que mejoran la calidad de la tarea?, nos sorprendemos de que el tiempo vuele, que el cansancio no se haga presente y los buenos resultados surjan con facilidad? Luego de un tiempo suficiente, analicemos y evaluemos nuestro desempeño. Si nada de lo antes dicho sucede, es que no tenemos talento para dicha actividad.
Paso 3, Pasemos a una nueva actividad, repitiendo los pasos 1 y 2, si no advertimos resultados podemos migrar hacia otro tipo de tareas hasta tanto poder dar con nuestro talento oculto.
Algunas pistas que nuestro talento nos puede dejar como rastros por seguir y a lo que debemos estar muy atentos:
-Nuestras reacciones espontáneas, ante determinadas situaciones y la manera como lo hacemos suele dejar una leve pista.
-Nuestros sueños y deseos más profundos provienen de la niñez, aquellos sueños retenidos de niños, y luego dejados de lado, son otra pista de nuestro talento.
–El deseo de realizar determinada tarea con mayor frecuencia, como una suerte de patrón que se repite, y nos manifiesta una especial predisposición por adelantar cierto tipo de trabajos.
–La facilidad para aprender, tener capacidad por aprender sin dificultades y de manera natural cosas nuevas que permiten un mejor desempeño en determinadas tareas.
–El placer de realización, se pone de manifiesto al sentir un gran placer cuando se realizan determinados trabajos, con una marcada capacidad de disfrute en dicha tarea.
-Siempre se tiene tiempo, las personas dotadas rara vez se quejen por falta de tiempo, por lo general, les alcanza ya que al poder enfocarse en su talento los hace sumamente eficientes.
–El orgullo y la despreocupación por lo que piensen los demás, en las personas talentosas un factor común es el orgullo sobre sí mismos y la despreocupación por los que piensen los demás
Es obvio que no hay una fórmula por aplicar para dar con nuestros dones y talentos, pero hasta aquí lo expuesto, es un ejercicio reflexivo una serie de pautas y miradas para advertir que podemos tener todos y cada uno de nosotros talentos y dones ya explícitos y te felicito por ello, o muchas veces latentes, como semillas que no germinan, a veces esperando que la buena fortuna nos toque con su “magia” y nos cambie un poco la vida. Quizás la sorpresa sea que somos nosotros mismos quienes podemos hacer la “magia” de dar con nuestro mejor talento.
Del libro “Los siete poderes” de Alex Rovira Celma, en su capítulo XIII “El poder del propósito” :
-Buenos días- susurró una voz – Espero que el sueño haya sido reparador.
El joven Caballero abrió los ojos y se dio cuenta que estaba tumbado sobre un suelo blanco como los peldaños de la torre infinita…….Miró hacia arriba y vio el interior de una preciosa cúpula de mármol. Por las ventanas ingresaba una hermosa brisa.
-Sabes cuántos peldaños has tenido que subir para llegar hasta aquí?- añadió la misma voz….-Cuántos?- quiso saber el joven.
-Mil y mil y mil y más mil y otros mil….-afirmó la voz…En ese instante el joven Caballero reconoció a quien le hablaba: era Ojodoro….su búho amigo.
-Querido amigo!- exclamó mientras se incorporaba y se desperezaba- No recuerdo cómo he llegado hasta aquí…..
-Eso es lo que ocurre cuando uno está absorto en su propósito: fluye y se olvida de sí mismo y del tiempo! Te felicito: culminaste tu ascenso, venciste la impaciencia, el desánimo y al aburrimiento, y lo que es más importante, encontraste un sentido, un para qué, a los que estabas haciendo y te entregaste por completo a la tarea.
Para ir cerrando mi “borrador urbano” de otoño 2015, te dejo un link con pocos minutos de un interesante film. Se trata de “Up in the air” o “Amor sin escalas”, estrenada en 2009, su director fue Jason Reitman, sobre la novela de Walter Kim. Los intérpretes son, George Clooney como Ryan Bringhman, un solitario profesional, y Anna Kendrick como Natalie Keener, muy joven compañera de Ryan, dos vidas muy diferentes, unidas por un modo especial de hacer un trabajo aún más especial, él de modo tradicional y ella aplicando todas las nuevas tecnologías….. Te invito pues veas estos pocos minutos del film, justamente para reflexionar respecto a nuestro talento y algunas circunstancias especiales, te diría muy especiales, casi límites, para volver a dar con aquél sueño olvidado. Necesitamos transitar un momento límite? Que nos empujen a rescatar aquél sueño olvidado?, debemos esperarlo? :
Te dejo mi muy cordial abrazo y espero que, tu propósito te guíe, para que seas el mejor ser que quieras y puedas ser…….con un mejor “hacer”. Nunca esperes pasar por un evento límite que despierte en ti, certeza respecto a tu mejor talento.
Siempre agradecido a tu paciente y generosa lectura de mis “borradores urbanos”.
Fuente https://seguridadsocial21.wordpress.com/2015/03/25/nuestro-proposito/
