Por Daniel Colombo
El complejo de Jonás caracteriza lo que conocemos como miedo al éxito, una de las formas en que las personas evitan desarrollar todo su potencial y alcanzar grandes logros en sus vidas.
Es importante diferenciar miedo del pánico, que se compone básicamente de la ansiedad y que hace querer huir de un lugar o de una situación; y de la fobia, que es el temor desmedido a cosas que en realidad no son peligrosas ni atentan contra la vida, por ejemplo, fobia a los lugares abiertos, agorafobia.
El tema del miedo es muy importante en las organizaciones porque, muchas veces lo padecen todo tipo de personas, incluso los ejecutivos de más alto rango. Tienen miedo a que un proyecto fracase, a que los objetivos no se logren, a perder su nivel de vida, a no ser querido ni aceptado, a que se les tenga envidia e incluso a determinadas situaciones que les causan altos niveles de estrés.
Las personas actuamos en base a patrones de conductas adquiridos desde muy tempranamente en nuestra infancia que suelen perdurar para toda la vida y que, en algunas ocasiones, imposibilitan desarrollar todo nuestro potencial.
Por eso siempre es recomendable realizar algún tipo de psicoterapia profesional con un psicólogo o psiquiatra para poder descubrir si existe algo de eso en nuestra personalidad y evitar que eventualmente, afecte a nuestro trabajo. Cabe recordar que el coaching no es apto ni habilitante para tratar psicopatologías, como el miedo en niveles muy limitantes; en cambio, el coaching sí puede ayudarte a definir tus metas de éxito y conseguirlas paso a paso.
Para reflexionar y ayudar, aquí van dos ideas acerca de cómo superar esta limitación tan frecuente:
Una vez me encontré con una persona que había alcanzado un puesto gerencial muy rápidamente y pasó de percibir una suma de dinero menor a una mucho más significativa en cuestión de meses. Este hecho lo hacía sentirse mal. Al preguntarle por qué se sentía así, refirió que era porque no quería perder a los amigos que había hecho trabajando en un escalón de empleado inferior. El creía que sus amigos iban a empezar a rechazarlo y no invitarlo más a sus reuniones de fines de semana por tener un rango distinto. Tenía un fuerte miedo al abandono. Se trataba de una creencia errada, porque sus amigos no dejaron de invitarlo jamás; aunque su forma de percibir el éxito como una fantasía de rechazo era lo que le provocaba una angustia insoportable. En este caso, trabajamos en conjunto coach y psicóloga y en poco tiempo logró superarlo.
Hay personas que no creen que pueden lograr grandes cosas en tan poco tiempo o que incluso no se lo merecen. Tan es así que no lo hablan ni con su familia ni con sus amigos. Así, posponen grandes proyectos constantemente, sienten culpa cuando consiguen un reconocimiento salarial o un nuevo puesto dentro de la misma empresa. Todos estos son indicadores de un gran miedo al éxito que, en ocasiones, se encubre como falta de productividad, irresponsabilidad o timidez.
Algunas herramientas prácticas:
Redefinir el éxito y cambiar el patrón con creencias nuevas
Una vez que asumes que tienes miedo al éxito, sucederá algo valioso: se te revelará con claridad, la posibilidad de redefinir tu propio concepto de éxito. Date el permiso para poder hacerlo.
Redefinir un concepto tan importante como el de éxito, es tomar el timón de hacia dónde quieres ir con tu vida, carrera y con tus futuros proyectos. A partir de esta redefinición del éxito vas a poder prepararte mental y anímicamente para lograr mejores resultados, más rápido, más grandes y seguros. Esto es algo que observo muy frecuentemente en quienes tienen miedo a emprender.
Ciertamente, si no te animas a destruir viejas formas de concebir el éxito que -por el momento- pueden ser limitantes, entonces es sumamente difícil que obtengas resultados diferentes. De lo que se trata es de poder pensarte a ti mismo como un diamante que constantemente se pule a sí mismo mejorando las creencias que van orientándote en el día a día. Para lograrlo es necesario reemplazar las creencias que te limitan, por otras nuevas.
Dentro de las organizaciones muchas veces las personas ni siquiera se ponen a pensar sobre su idea de éxito personal, mucho menos de éxito cooperativo dentro de los equipos de trabajo. O quizás lo hacen viendo únicamente el rango salarial y de beneficios que reciben: esa es su traducción de lo que, para ellos, es el éxito. Como se observa, se deja de lado la puesta en valor de lo emocional.
Estas herramientas pueden ser de ayuda:
Cuando te das el permiso de redefinir la idea de qué es el éxito, descubrirás que los beneficios van a ser inmensos, tanto personal como organizacionalmente.
En primer lugar, vas a obtener mayor seguridad en todo lo que hagas, mayor visión y mejor autoestima. Esto mejorará el clima y se lo transmitirás entre todos los que te rodeen.
En segundo lugar, vas a empezar a establecer nuevas y mejores creencias que se van a proyectar en mejores equipos, mejores relaciones, formas de buscar y obtener información, de entender el aprendizaje y la experiencia y de comunicarte con los otros. En definitiva, creces y avanzas.
¿Por qué sucede eso? Por que las personas irradiamos los cambios mentales en palabras, en decisiones y en acciones. Tal vez, las personas no salgamos con un letrero lumínico en nuestra cabeza que dice “Estoy redefiniendo mi concepto del éxito”, aunque es inevitable que proyectemos esas nuevas creencias en nuevas formas de pensar, de hablar y de crear.
A todo esto, ¿de dónde viene lo del complejo de Jonás? De la Biblia. El asunto es que allí se relata que Jonás tenía miedo al destino que Dios había creado para él; entonces, tratando de evitarlo, encontró un destino mucho más oscuro dentro de una ballena.
A veces la ballena son nuestras creencias personales y los paradigmas que no nos dejan crecer, y producen miedo al cambio, a transformarnos, a avanzar. También miedo al miedo, porque es un escudo protector -incómodo, aunque escudo al fin-.
Como se trata de miedos y de personas, influyen decisivamente en el éxito de las empresas y de los equipos. Personas con miedo viven sin tomar riesgos, sin avanzar y sin darse la oportunidad de probar alternativas.
Definitivamente, el miedo al éxito detiene el crecimiento en la persona y las empresas; de allí que es imprescindible abordarlo y transformarlo en algo productivo para seguir adelante, con menos cargas emocionales que anclan el desarrollo.
Los grandes cambios de mentalidad dentro de la organización pueden tomar tiempo, aunque personalmente pienso que son necesarios .
Fuente: https://www.danielcolombo.com/miedo-al-exito-ideas-practicas-para-superar-el-complejo-de-jonas-por-daniel-colombo/