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Otras dificultades, más allá del relevo generacional

por Ricard Agustin 

En las empresas familiares, a veces parece que la única preocupación es el relevo generacional. Y si bien es cierto que suele ser el momento más delicado para la supervivencia de este tipo de negocios, la profesionalización de la gestión de la empresa, la comunicación con la familia y el actuar como accionistas responsables en el ámbito de la propiedad son otras preocupaciones frecuentes que hay que atender y sobre las que hablaremos en este artículo.

Empresa: la profesionalización de un negocio familiar

La profesionalización es clave para que los negocios ferreteros sean más competitivos en un sector cada vez más maduro y que se enfrenta a la gran competencia de los operadores digitales. Para profesionalizarnos, la visión y la intuición en la dirección del negocio deben dejar paso a la planificación estratégica, la gestión por objetivos y el trabajo en equipo con profesionales familiares y no familiares. Solo así podremos crecer y ganar en eficiencia. Además, si queremos conseguir una gestión excelente del negocio y, a largo plazo, el crecimiento del patrimonio familiar, la profesionalización debe entrañar un cambio global en todo el ámbito empresarial y familiar.
Para muchas familias empresarias, la profesionalización es una preocupación importante, dado que a menudo no saben cómo afrontarla e iniciarla.

En Family Business Solutions solemos recomendaros dar dos primeros pasos para avanzar en el camino hacia la profesionalización: Por un lado, incorporar al negocio ferretero a profesionales no familiares y, por otro, poner en marcha los órganos de gobierno necesarios y adaptados a vuestra complejidad y dimensión, tanto familiares (Consejo de Familia y, en ocasiones, Asamblea Familiar), como empresariales (Comité de Dirección, Consejo de Administración o Consejo Asesor).

Sin embargo, no olvidemos que profesionalizar una empresa familiar no siempre es algo fácil de asumir por las familias, ya que supone incorporar a personas ajenas al negocio familiar, ver no cumplido el sueño de que los miembros de la familia ocupen los puestos de mayor responsabilidad en el negocio e, incluso, limitar la participación de algunos familiares a los órganos de gobierno.

Familia: mantener una comunicación fluida y transparente

En el ámbito de la familia empresaria, una preocupación que vemos muy a menudo es el mantener una comunicación fluida y transparente. Debemos ser conscientes de que, conforme crece el número de personas y, por ende, el número de vínculos entre ellas, también crece la complejidad en la comunicación.Por este motivo, es indispensable poner en marcha nuevos canales de comunicación en la familia y aprender a escuchar al resto de miembros. Pero escuchar de verdad, con empatía y respeto, prestando la atención necesaria al interlocutor que nos habla, atendiendo a la comunicación no verbal y sin tener ideas preconcebidas del mensaje del otro.

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Mantener una comunicación fluida y transparente en el día a día, tanto con los familiares que trabajan en la empresa como con los miembros de la familia que solo son accionistas, ayudará a generar confianza, a evitar conflictos familiares y a resolverlos cuando surjan, para impedir que trasciendan a la evolución del negocio.

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Propiedad: ser accionistas responsables

Otra preocupación frecuente es el aprender a ser accionistas responsables y actuar con el sombrero pertinente —trabajador, familiar o propietario—. Con el paso de las generaciones, de una compañía de fundador se evoluciona a una sociedad de hermanos primero y a un consorcio de primos después, en el que ya no todos los familiares trabajan en el negocio familiar y los roles se pueden confundir.Asimismo, cuando se trabaja con familiares, muchas veces se trasladan a la empresa las etiquetas y los roles que se tienen en la familia, lo que puede hacernos confundir si estamos actuando como trabajador, como familiar o como propietario. También puede ocurrir que los familiares no sean conscientes del rol desde el que tienen que actuar en cada momento, especialmente cuando no están en la gestión del día a día y solo participan en los órganos de gobierno.

Por todo ello, es importante prestar atención a las diferencias de formación e información entre los familiares que sí que trabajan en la empresa familiar y conocen el negocio y el sector ferretero, y los familiares cuya participación se limita a los órganos de gobierno, por lo que tienen menos contacto con la compañía. Además de como propietarios responsables, estos últimos también necesitarán recibir cierta formación que les ayude a ser accionistas pacientes y comprometidos.

Pensad que, si no se trabaja esta cuestión, se puede poner en una posición incómoda a los familiares que trabajan en el negocio y pueden aflorar roces y conflictos entre las múltiples ramas familiares. Los ejemplos son muchos y muy variados y todos ellos entrañan riesgos para el futuro del negocio. Un accionista puede entrometerse en la gestión diaria y, por ejemplo, ordenar el cambio de decoración de las instalaciones porque no le gusta, o dar órdenes en la fábrica, aunque no trabaje en el día a día del negocio. O seguir actuando como jefe-empleado en la paella del domingo o, al contrario, desarrollar conductas de nepotismo dentro de la empresa familiar…

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Fuente: https://www.interempresas.net/Ferreteria/Articulos/475379-Otras-dificultades-mas-alla-del-relevo-generacional.html

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