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La importancia del diálogo interno.

Por Carlos Fernández

El diálogo interno es esa conversación constante que tenemos con nosotros mismos, cuando nos hablamos, también puede aparecer en forma de pensamientos, influyendo en nuestra forma de actuar, generando en ocasiones miedos, ansiedad, inseguridades; o por el contrario, ese diálogo interno, puede motivarnos y animarnos a llevar a cabo las exigencias que nos plantea la vida.

Quizás no te has parado a pensar pero es muy habitual tener conversaciones con uno/a mismo/a para tomar decisiones, buscar motivarnos, o reflexionar sobre algo que nos pasa, nos pasó, o nos va a pasar, a eso le llamamos dialogo interno.

El diálogo interior es el conjunto de consideraciones, suposiciones, reglas, derechos, juicios, expectativas, recuerdos, valoraciones y atribuciones de significados que se activan constantemente en respuesta a los estímulos provenientes del ambiente externo (eventos, comportamientos ajenos, etc.) o interno (sensaciones físicas, pensamientos, recuerdos, etc.). Según cada quien, se experimenta con diferentes velocidades, tonalidades y matices no verbales según el estado emocional que se experimenta.

Son conversaciones en silencio, que muchas veces no nos llevan más de tres frases, pero que otras veces se hacen interminables, es bueno que sepas que va surgiendo y perfeccionándose a lo largo de los años, en función de cómo sea nuestra personalidad y las vivencias experimentadas. Suele ser relativamente estable y también cambia según el momento vital en el que nos encontremos o nuestro grado de satisfacción vital.

Lo ideal es que nuestro diálogo interno reconociera que, por ejemplo, estamos pasando un mal momento, y se adaptara a hablarnos de una forma más paciente, positiva o motivadora. Sin embargo, en estos momentos, lejos de aparecer la compasión, lo que aparecería es una fuerte voz crítica que podría llegar a anularnos. Es por eso, que nuestro diálogo interno puede generarnos mucho malestar en determinados momentos.

El cómo me veo, me valoro o me acepto, hará que las cosas que me diga a mí mismo tengan un tono u otro. Además, se retroalimentan. Si mi autoestima es baja, mi diálogo interno empeorará. Si me digo mayoritariamente cosas negativas, mi autoestima seguirá bajando. Precisamente ahí radica la importancia de la empatía con uno mismo.

También se relaciona con nuestros estados emocionales. Estados de tristeza, van a generar diálogos internos catastrofistas. O, por ejemplo, estados de rabia, van a generar conversaciones con nosotros mismos donde veamos que todo es injusto. Esos diálogos no calmarán el estado de ánimo, sino que podrían llevar a que aumenten y nos bloqueen ya que se activan especialmente cuando nuestro estado emocional es negativo.

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En momentos de estrés o ante eventos complicados, es cuando más nos podemos fijar en la forma que tenemos de hablarnos a nosotros mismos. Es aquí donde podemos ver los tipos de diálogo interno más característicos, y la relación entre autoestima y emociones.

Tipos de dialogo interno:

  •  La crítica: es una forma de diálogo que nos arrastra a la desvalorización. Todo lo que ocurre es culpa mía y, por tanto, no valgo nada. Es una forma de maltrato a uno mismo.
  •  La culpa externa: de la misma forma que el tipo anterior no nos muestra la realidad de forma objetiva, sino desde un extremo, aquí veríamos el otro extremo. Todo es culpa de los demás. Un diálogo interno que no asume responsabilidades, sino que se ensalza y se coloca por encima de los otros.
  •  La exigencia: Es muy característico en personas perfeccionistas y con tendencia a la autoexigencia. Cuando algo no sale como ellos esperaban, se culpan y se meten más presión para seguir luchando y conseguir las cosas, pero de una forma ansiosa, que nos pone al límite y nos somete a la frustración.
  •  A la defensiva: para que el juicio (real o no) de los demás no le haga más daño, se defienden antes de que ocurra cualquier cosa. No quieren mostrar debilidad y llegan a ser agresivos consigo mismos, para después serlo con los demás.
  • La compasión: sí hay un tipo de diálogo interno que nos ayuda en la adversidad, es este. La compasión es simplemente tratarnos desde el respeto, sin buscar dañarnos y teniendo paciencia con nosotros mismos.
  • Motivacional: Cuando nos hablamos con cariño, con amor, valorando nuestras actitudes y confiando en nosotros. En este diálogo solemos echar la vista atrás y vemos que es el momento de conseguir lo que deseamos, valoramos nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio y ahí nos impulsamos hacia delante. Es ahora!!.

Cómo trabajar el diálogo interno: “Self talk”

El diálogo interno se puede entrenar para obtener mejores resultados en la vida. La técnica basada en el diálogo interno se conoce como “self talk” y su objetivo es desarrollar la capacidad de autoinducirse el estado emocional deseado, por ejemplo, el autocontrol, la atención, la concentración, la energía, la autoestima, la carga motivacional positiva o la gestión óptima de los propios recursos.

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Si te preguntas cómo mejorar el diálogo interno, aquí te damos los mejores consejos para que la self talk sea efectiva:

Habla en segunda persona: los estudios demuestran que es más efectivo hablar con la segunda persona singular que usar el Yo.

Date instrucciones breves y directas: mantente concentrado, relájate, etc.

Sustituye el “debo” por el “quiero”: el quiero te pone en una situación de liderazgo y te motiva a gestionar mejor la situación, por ejemplo, “realmente quiero ganar esta carrera”.

Elimina – o al menos limita – la palabra “NO”: el cerebro humano no percibe inmediatamente la negación. Para poder negar un pensamiento, la mente debe primero visualizarlo y luego “borrarlo”. Para elaborar soluciones y aprovechar al máximo los recursos, es mucho mejor acostumbrarse a usar la forma positiva. Por ejemplo, decir “concéntrate” en vez de “no te distraigas”.

Reconoce los pensamientos disfuncionales y conviértelos en funcionales: reconoce tus frases desalentadoras y negativas y práctica convertirlas en frases positivas y motivadoras. Con la práctica cada vez te saldrá de forma más natural y automática. En este artículo encontrarás ejemplos de frases de psicología positiva.

Cambiar el diálogo interno no siempre es fácil, a veces necesita de un proceso con profesionales que te ayuden a entrenar tu mente y controlar tus emociones, pero sí hay una parte que podemos hacer por nosotros mismos, y que es indispensable para todo cambio: aceptar y agradecer.

En primer lugar, debo aceptar que en ciertos momentos de mi vida, mi diálogo interno no es útil. Tal vez en otros momentos, sí lo es ,o lo fue, pero quizás ahora no. Por tal motivo debo soltarlo de manera inmediata para poder dejar espacio al diálogo compasivo y revertirlo al positivo en breve tiempo.

Y, en segundo lugar, unido al primer paso, debo saber agradecer el diálogo que me ha acompañado hasta ahora, aunque no haya sido bueno aprendí de él lo que hoy no quiero. Ha podido tratarse de un tipo de diálogo que a mí me ha hecho daño, pero cumplía algún tipo de función en mí, por ejemplo no ser más así. Lo pude aprender, lo sufrí, me lo enseñaron los adultos sin una mala intención, pero ya fue.

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Sea cual sea el motivo, lo entiendo, lo respeto y lo agradezco. Desde ahí, desde la aceptación y la gratitud, estaré preparado para relacionarme de una forma diferente conmigo mismo.

Fuente: https://www.tiempodesanjuan.com/san-juan/la-importancia-del-dialogo-interno-n357379

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