Las PyMEs atraviesan diversas etapas en su proceso de crecimiento y madurez, las cuales comparten similitudes. La velocidad para avanzar de una etapa a otra depende de la disposición al cambio de los fundadores, su experiencia en la gestión empresarial y la capacitación que han recibido.
Independientemente del sector al que pertenezca una PyME, existen desafíos comunes. A continuación, describimos cada uno de estos desafíos junto con oportunidades de mejora asociadas:
1) “El hombre orquesta”: En esta etapa inicial, el fundador se ocupa de todas las áreas, desde ventas y administración hasta operaciones y marketing. Esta etapa es fundamental para adquirir conocimiento del negocio y comenzar a formar un equipo. Se sugiere anticiparse a las necesidades futuras, evitando esperar hasta que la urgencia apremia, ya que en momentos de urgencia es difícil realizar una selección adecuada de proveedores o personal.
2) “Delegar implica aceptar diferentes enfoques”: A medida que se forma el equipo de trabajo, surge el desafío de confiar en las personas que asumirán algunas tareas del fundador. Además, es necesario aceptar que no realizarán las tareas de la misma manera y que pueden cometer errores. Para enfrentar este desafío, se recomienda establecer un organigrama, definir las áreas de responsabilidad de cada persona y proporcionar a cada uno un método de trabajo consensuado.
3) “El método es la mejor forma de realizar las tareas”: En esta etapa, el fundador comprende que, además de delegar tareas, es necesario establecer métodos específicos para estandarizar las actividades de la empresa. Estos métodos, también conocidos como procesos, reflejan la experiencia acumulada hasta el momento sobre cómo llevar a cabo las actividades de manera óptima. Mejorar y estandarizar los procesos puede requerir la contratación de una consultora especializada.
4) “No se puede controlar lo que no está estandarizado”: A continuación, surge la necesidad de controlar el cumplimiento de las tareas y procesos establecidos por parte del equipo. Es un error intentar controlar un proceso que no está estandarizado o definido. El control efectivo se logra cuando cada persona conoce sus responsabilidades y el proceso para llevarlas a cabo. El uso de un Tablero de Control y la definición de procedimientos y normas son herramientas útiles en esta etapa.
5) “Innovación y tecnología elevan el techo”: Posteriormente, surge la necesidad de innovar, captar nuevos mercados, desarrollar ideas, y seguir emprendiendo. Sin embargo, también se presenta la limitación de la motivación y las competencias del equipo de trabajo. Es importante evaluar quiénes dentro de la empresa poseen el entusiasmo y la motivación necesarios para asumir nuevos retos. Por otro lado, la incorporación de tecnología es un desafío, ya que no suele existir un área de Sistemas dentro de las empresas PyME y es clave una correcta selección de software para que la inversión tenga un retorno rápido y efectivo. Asesorarse en esta materia es algo recomendado antes de decidir que tecnología incorporar.
6) “Las personas son lo primero”: Para poder innovar y crecer, es fundamental contar con personas motivadas, capacitadas y comprometidas con la empresa. El fundador debe construir relaciones sólidas con su equipo y proveedores, aunque a veces esto se descuide debido a las urgencias diarias. Además, es necesario mejorar los métodos de selección de personal, inducción, desarrollo de competencias y comunicación. En esta etapa, también surgen otras habilidades y necesidades relacionadas con la gestión del capital humano. Recibir asesoramiento de coaches especializados es una buena práctica para desarrollar estas habilidades, ponerlas en práctica y crear una nueva cultura empresarial.
7) “La cultura prevalece sobre la estrategia”: Después de atravesar las etapas anteriores, el fundador se da cuenta de que el límite para seguir creciendo ya no está en la estructura organizativa, sino en la cultura empresarial que él mismo ha creado. En esta etapa, el fundador comienza a reconocer sus propias limitaciones. Se sugiere contratar o asociarse con personas que puedan aportar habilidades adicionales al negocio, competencias que el fundador no posee.
8) “Planificar genera resultados más rápidos”: La estrategia consiste en planificar a corto y mediano plazo basándose en las variables conocidas hasta el momento y en la visión futura de la empresa. A través de una planificación adecuada, los resultados se logran de manera más rápida. La empresa se vuelve más estable y el crecimiento se puede gestionar con menor incertidumbre.
Estas etapas, presentadas de manera genérica, son procesos naturales, lógicos y comunes en todas las PyMEs. Es posible atravesarlas exitosamente y de forma positiva. Es importante destacar que todas las grandes empresas alguna vez fueron PyMEs y enfrentan desafíos similares en su camino hacia la profesionalización y el crecimiento. El desarrollo ordenado de las PyMEs es crucial para la economía de los países latinoamericanos, ya que dependen en gran medida de estas empresas para impulsar su crecimiento y desarrollo económico.