Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Calidad de Vida » 12 cosas para recordar cuando piensas que no eres suficiente.

12 cosas para recordar cuando piensas que no eres suficiente.

A veces, la parte más dura del viaje es sencillamente creer que te lo mereces. Saber que eres suficiente.

¿Alguna vez has interiorizado de dónde viene el mensaje “No soy lo suficientemente bueno”? ¿Sientes que lo das todo en la vida, trabajas duro, lo intentas al máximo, pero todavía no eres capaz de reconocer tus méritos? ¿Te flagelas constantemente y piensas que de alguna manera deberías ser más, hacer más, ser mejor y en tu cabeza no das la talla?

¿Crees que no eres suficiente?

Yo he estado ahí. He creído no ser suficiente. Y lo cierto es que lo que no debemos hacer es reprendernos para convertirnos en una versión mejor de nosotros mismos. No obstante, a pesar de que cada día soy más consciente de esto, en ocasiones (aunque cada vez menos) todavía me sigo convirtiendo en víctima de mis propios pensamientos negativos.

Estoy segura de que te ves reflejado. Todas las personas han estado ahí. Todos hemos tenido días malos y momentos en los que no hemos confiado en nosotros mismos.

De hecho, hoy no iba a publicar esto. No pensaba publicarlo en el blog porque es algo muy personal que decidí compartir con mi comunidad privada hace un par de días. Pero después de los más de 100 comentarios y de sentarme a reflexionar, he decidido hacerlo.

Al fin y al cabo, esto forma parte de mí. Forma parte de lo que ha contribuido a quitarme la salud. Y forma parte de lo que me la está devolviendo.

Pero sobre todo, forma parte de lo que me está reconstruyendo como persona. Edito: de cómo ME estoy reconstruyendo como persona.

Esto es lo que escribí, aunque he añadido algo más

Llevo una semana de reflexión por una serie de situaciones personales que he estado pasando con mi padre, y quería compartir por aquí una parte íntima de mí.

De pequeña tomé la decisión de que adoraba el piano y quería ser pianista. Me dieron una beca para estudiar en uno de los centros de más renombre en el Reino Unido, y desde los 13 años estuve viajando y dando conciertos como solista.

Esto de por sí ya suponía una gran presión. Pero tenía otra de la que no he sido del todo consciente hasta hace poco.

Yo he viajado y he tocado en salas muy importantes. Pero mi padre, siempre que hablaba de mí a otros, exageraba mis logros. Se inventaba historias como que había tocado en el Carnegie Hall u otras salas más importantes que donde había estado en realidad.

Y con todo esto, yo siempre pensaba que no era suficiente. Siempre pensaba: «si pudiese hacerlo mejor…».

Al fin y al cabo, para un niño, lo más importante es sentir amor y afecto de sus padres. Todavía no tienen la experiencia de conocer el comportamiento humano o la razón por la que las personas hacen ciertas cosas. Su objetivo principal es ser querido, y esto es, sin lugar a dudas, lo que se merece todo niño.

Sólo porque un niño se haga mayor y pueda comenzar a ver la disfunción en su familia, no significa que este mensaje interiorizado se borre. Ese mensaje negativo de “No he podido hacerlo mejor, así que no soy suficiente”, permanece anclado.

Estos sentimientos me han perseguido durante toda mi vida. He sentido que nunca he sido lo suficientemente buena y que no me merecía las cosas. Inseguridades muy grandes que han jugado un papel importante en mi salud.

Eres suficiente: solo tienes que recordarlo

Y hace poco he tenido que escuchar de mi propio padre que soy una fracasada. Que he arruinado mi vida y que ya podía dedicarme a algo serio en lugar de hacer el idiota con esa «mierda» que hago por Internet.

Por suerte, llevo tiempo realizando un trabajo muy profundo en mi interior. Y voy descubriendo de dónde vienen mis problemas, mi perfeccionismo y mi sensación de que nunca seré lo suficientemente buena.

Es difícil, porque todos queremos creer que venimos de familias llenas de amor y cuidados. Es más, el recuerdo que tengo de mi padre es que siempre ha dicho que soy la persona a la que más quiere y la más importante para él. Y yo me lo creía. Hasta que me di cuenta que no habían sido más que palabras.

Es normal intentar negarlo y racionalizar y creer que todo está en nuestra cabeza. De hecho, es más fácil asumir toda la responsabilidad en lugar de plantarse con valor frente a tu propia verdad y resolver tu trauma.

Pero soltar lastres que no son tuyos es lo mejor que puedes hacer. Es cuando te das cuenta de que el mensaje era erróneo. De que nunca fue tu culpa. De que siempre ha sido una realidad distorsionada que tuviste que tomar como cierta para sobrevivir en un entorno disfuncional y muy probablemente narcisista.

Es sólo en ese momento que el mensaje tan anclado de «no soy lo suficientemente buena» puede comenzar a soltarse y empiezas a sentir alivio. Y no significa culpabilizar a otros. Ni armarse con ira o resentimiento hacia el origen de tus problemas. Pero es importante comprenderlo para poder perdonar. Sobre todo para poder perdonarnos a nosotros mismos.

Sé quien quieres ser. Eres suficiente.

De esta manera, también es posible tomar la responsabilidad de que tú mismo te puedes cambiar como adulto. Y ser quien quieres ser y no continuar siendo una definición impuesta por otros.

Lectura relacionada  El miedo al éxito

Es como llevar una gran bolsa llena de pelotas pesadas, y ninguna de esas pelotas es tuya. Según te vas recuperando, vas sacando las pelotas, una a una, de esa bolsa. Y las vas tirando para quitarte ese peso de encima, dándote cuenta de que pertenecen a otra persona.

«Esto no es mío, estoy cargando con las inseguridades de mi padre.»

Cuando te deshaces de esas pelotas, puedes ir viendo tu propia realidad y definir quién eres.

Y es cuando te das cuenta de que, a pesar de que te has equivocado, como nos equivocamos todos, eres buena. Eres suficiente. Te mereces algo más.

Cuando te das cuenta de que llevabas el equipaje de otros a tus espaldas, te abre una puerta hacia la libertad, un camino hacia la esperanza, la sanación y la comprensión. Te abre ventanas a incontables oportunidades para crear la vida que te mereces. Porque eres todo lo que tienes que ser en este momento.

Uffff… intenso, ¿verdad?

Vale, me pasa lo mismo. ¿Ahora qué hago?

Es muy posible que te sientas totalmente identificado con lo que acabo de compartir. Y que no sepas qué hacer para salir del bucle.

Mi protocolo de recuperación (y el que diseño para mis clientes) consta de cuidados desde distintos ángulos. Tanto modificaciones en la alimentación como cuestiones relacionadas con la cantidad y calidad del sueño. Así como ejercicio adecuado, suplementación dirigida a volver a equilibrar el sistema y reducción de factores de estrés (fisiológico, bioquímico y emocional).

Y es precisamente en este último punto en el que he trabajado mucho. Comenzando por lo más sencillo. Es decir, eliminando fuentes de estrés más visibles y fáciles de controlar hasta ir llegando a creencias y bloqueos que están mucho más enterrados. Precisamente los que suponen una mayor carga emocional como lo que he relatado más arriba.

Pero recuerda que al igual que te duchas y al cabo de un tiempo te volverás a ensuciar, este tipo de trabajo interior también tendrás que repetirlo a diario. Ya que surgirán cosas nuevas por el camino. No obstante, cada vez te será más fácil ver por dónde van los tiros e identificar la fuente de tu malestar.

12 cosas para recordar que eres suficiente

Hoy no quiero extenderme mucho más. Y si has leído hasta aquí, ¡te felicito! Pero sí quiero compartir algunas cosas que me gusta recordar cada vez que me pillo pensando que no soy suficientemente buena. Y que me ayudan a derrotar esa negatividad que se arrastra hacia mí.

Lectura relacionada  ¡¡¡Rápido!!! Tienes que aprender esto… tu vida depende de ello
1. Empieza por ti

Autoestima, amor propio, respeto hacia ti mismo. Son cosas que no te puede dar otra persona.

Si quieres ganarte el respeto de otros, comienza por respetarte tú mismo. Quiérete como si fueras lo más especial del mundo. Porque lo eres.

Tú eres responsable de valorarte. Y esta responsabilidad significa no dejar que otros piensen, hablen o decidan por ti. Significa usar tus propios medios para hacer que las cosas pasen .

2. Nadie lo está haciendo mejor que tú porque nadie puede hacerlo mejor que tú

TÚ estás andando tu propio camino. A veces, sentimos inseguridad porque comparamos nuestra vida entre bastidores con la de otros en sus grandes éxitos públicos. Y eso te hace creer que no eres suficiente.

Olvida lo que están haciendo y consiguiendo los demás. Tu vida se centra en romper TUS propios límites para vivir TU mejor vida.

3. Donde estás ahora es donde tienes que estar

A veces queremos evitar sentir exactamente dónde estamos porque tenemos una creencia, basada en nuestros ideales, de que no es donde deberíamos o querríamos estar. Pero lo cierto es que donde estás ahora es exactamente donde necesitas estar para llegar a donde quieres ir mañana.

4. El dolor sirve para algo, aunque no lo veas en este momento

Cuando las cosas se ponen feas, recuerda que el dolor no viene sin una finalidad. Avanza y deja atrás lo que te ha hecho daño. Pero no olvides lo que te enseñó.

El dolor es una parte intrínseca del crecimiento y hay dos tipos: el que duele y el que te cambia. Procura no resistirlo porque te ayudará a crecer. (Lee uno de los mejores libros del año pasado, Más Fuerte Que Nunca.)

5. Por cada cosa que has perdido, has ganado otra

Agradece lo que tienes hoy. La vida no tiene que ser perfecta para ser maravillosa. De hecho, nunca será perfecta.

Por tanto, cambia las preocupaciones por aceptación, los arrepentimientos por lecciones y las expectativas por agradecimiento. La vida es demasiado corta y tu historia tiene demasiados capítulos.

Y un capítulo malo no hace que sea el fin. Deja de volver a leer el malo y pasa página.

6. Tienes una elección: puedes decidir agobiarte o sentirte en paz

Si eliges estar amargado, encontrarás muchas razones para estar amargado. Si eliges estar en paz, encontrarás muchas razones para estar en paz.

¿Se te da bien sentirte deprimido? Seguro que se te puede dar igual de bien sentirte motivado y satisfecho. Hazlo. Eres suficiente.

7. Tu sufrimiento viene de la resistencia al ahora

La felicidad es estar bien con tu ahora, con lo que “es” en lugar de desear y preocuparte de lo que “no es”. Tu ahora es lo que tiene que ser. Y lo demás no son más que tus discusiones y frustraciones con la vida.

Si lo piensas bien, esto significa que solo sufres cuando te resistes a cómo son las cosas. No está en tu mano controlar todo lo que te ocurre,. Pero sí la forma en que respondes a las cosas que te ocurren.

8. Lo que “podría” ser solo te puede parar si lo permites

En vez de preocuparte por lo que podría pasar, utiliza tu energía y tus recursos para ocuparte de lo que sí está pasando.

Lectura relacionada  Tratar de cambiar la opinión de alguien no tiene sentido, haz esto en su lugar
9. Paso a paso. Siempre hay algo que puedes hacer porque eres suficiente

No hay nada en tu situación actual que evite que sigas adelante, paso a paso.

Pero recuerda que los sueños sin acción no son más que eso: sueños. Por tanto, la visión tiene que ir acompañada de acción. No es suficiente querer avanzar, tienes que dar los pasos para hacerlo.

Y lo único que hace falta es que los des de uno en uno. A veces, el paso más pequeño en la dirección correcta puede llegar a ser el mayor paso de tu vida.

10. Lo que quieres conseguir está directamente relacionado con lo mucho que lo deseas

Si es lo suficientemente importante para ti, puedes lograrlo. Cuando estás comprometido y eres constante, lo conseguirás.

De hecho, el éxito no es cuestión de suerte. Ni tampoco es algo mágico o misterioso. Al contrario, el éxito es el resultado de dirigir tu atención concentrada hacia lo que quieres, de forma constante y consistente.

El cansancio es natural. Pero tienes que comprender que las personas más fuertes no son las que siempre ganan. Sino las que no se rinden cuando pierden una batalla.

11. La calidad de tu visión es el motor para la calidad de tu vida

Tú eres quien decide lo que quieres y en lo que te quieres concentrar. ¿Para qué pensar en lo que no te gusta?

Céntrate en lo que te hace vibrar. Si lo ves posible, explóralo. Y si tienes un sueño, vívelo.

Si sientes pasión y te emociona lo que haces, siempre tendrás una ventaja que es difícil de superar. No dejes de ser esa persona. Y recuerda que eres suficiente.

12. Eres más fuerte que tus problemas

Cuando te ocurre algo malo, tienes dos opciones. O bien dejar que eso te defina y permitir que te  te fortalezca o bien dejar que te destruya. La decisión es tuya. Eres mucho más fuerte de lo que te imaginas.

Y aunque es posible que todavía no estés donde quieres estar, mira lo lejos que has llegado. Y alégrate de que ya no estás donde solías estar.

Repite conmigo: eres suficiente

Las personas más sabias, completas y con mayor capacidad para amar que hayas conocido en tu vida, seguramente son las que han conocido derrotas, miserias o el sufrimiento de perder algo o a alguien amado. Y han sabido resurgir de las cenizas de su propia desesperación.

Personas que han experimentado altibajos, que han arriesgado y han actuado con pasión. Y también personas que han aprendido a apreciar y a comprender la vida de una forma compasiva. Y que no nacieron así, sino que se han ido desarrollando poco a poco, con cada paso que han dado en el camino.

Como tú.

¿Qué es lo que hace que sientas que “no eres suficiente”? ¿Cómo te enfrentas a estos sentimientos?

Fuente: https://www.evamuerdelamanzana.com/12-cosas-recuerda-eres-suficiente/

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.