por Cesar Dergarabedian
A medida que se generaliza el uso de la inteligencia artificial (IA) en las empresas, las herramientas y las mejores prácticas para sacarle el máximo partido también se han vuelto más sofisticadas.
Fernando Manjarin, director general ejecutivo de Quales Group, explica en la siguiente entrevista de iProfesional cuáles son los desafíos de la IA para las empresas y cómo éstas pueden incorporar estas herramientas en su actividad cotidiana.
Quales Group se especializó en el desarrollo de en herramientas de datos, que ayudan a procesar, ordenar, analizar e interpretar la información de las empresas y así obtener enfoques efectivos en la toma de decisiones. Entre su centenar de clientes se encuentran Kimberly Clark, Falabella, DirecTV, Bagó, Takeda, y Roche.
-Si bien hace tiempo que la IA empezó a tomar relevancia en las empresas, hoy más que nunca podemos ver mucho más tangible sus impactos. Lo más común es utilizar inteligencia artificial para automatizar tareas, brindando así beneficios como la reducción de tiempos y costos operativos, aumento de la optimización de recursos y la potencial obtención de ventajas competitivas reales.
Por otro lado, muchas aplicaciones van por el lado de los datos, donde aplicando determinadas técnicas y prácticas pueden construirse algoritmos predictivos que permitan a las empresas anticiparse a situaciones en base a probabilidades de que sucedan en el futuro.
Otro uso muy común es en herramientas como los chatbots. Tanto para atención al cliente como para facilitar el consumo de los datos internos en la empresa, permitiendo, de manera ágil y sencilla, interactuar con los KPI del negocio.
Al incorporar herramientas de IA al negocio las empresas pueden:
-Primero, lo más importante es lo cultural. El «mindset» que la empresa tenga o impulse será clave para que la adopción de cualquier nueva tecnología sea exitosa. Se deben alinear internamente conceptos, conocimientos, definir qué se quiere lograr y cómo se interpretarán los resultados que se obtengan. Esto genera nuevos desafíos para las personas, ya que deben reaprender muchas cosas y adaptarse a una nueva forma de trabajo.
Por otro lado, la mayoría de las aplicaciones de IA se basan en tener muchos datos de buena calidad. Muchas empresas están trabajando en esa etapa anterior para asegurar que los datos permitan dar ese paso hacia la IA.
La mayoría de las empresas todavía van unos pasos más atrás, dado que el proceso natural fue el de sistematizar, implementando ERP, CRM y todo tipo de software que permita gestionar.
Luego vino la ola de migración al «cloud«. Y ahora viene la etapa de a todo eso sumarle IA. Con lo cual, por el lado tecnológico también requiere un análisis, definiciones de cómo y para qué se va a utilizar y cómo esto encaja con el estadio de cada empresa.
-No creo que exista una receta o mejores prácticas que apliquen a todas. Cada empresa se encuentra en una situación, y sobre eso deberá delinear lo mejor en cada caso.
Lo que sí puedo decir es que lo más importante es que exista un problema a resolver. Ahí está la mejor práctica bien clara. Si no hay un problema, si no tenemos una necesidad, no apliquemos IA. No tiene sentido.
Ahora bien, si nuestro problema o desafío tiene una solución que conlleva un despliegue de inteligencia artificial, no lo dudaría ni un segundo, entendiendo muy bien las implicancias en la cultura organizacional y en las tecnologías que necesitaremos.
-Primero hacer una definición bien clara, precisa y acordada entre todos de cuál es el objetivo de aplicar IA. ¿Qué problema vamos a resolver? ¿Cómo vamos a medir que la IA lo resuelve?
Alinear expectativas de todas las personas involucradas para que desde el inicio todos sean conscientes del impacto, de la inversión y del camino que se está comenzando. Luego de eso, una evaluación de si contamos con equipo, con los datos y con la tecnología para montar la IA en cuestión.
Teniendo un objetivo claro, equipo, datos y tecnología, comenzará la implementación. La cual, requerirá de una continuación retroalimentación para ajustar a medida que se avanza.
Una implementación de IA siempre necesitará un seguimiento cercano, porque sin dudas (y debería ser parte de los objetivos) nos encontraremos con cuestiones no pensadas por resolver
-Uno de los errores más comunes al aplicar IA es creer que viene a solucionar todo y que dejaremos de trabajar. Más que nunca los colaboradores de las empresas serán los protagonistas.
Otro error común es minimizar la formación de los equipos. Hay que aprender, hay que capacitarse. Las personas forman parte esencial de estos procesos y es importante la capacitación al equipo, también para que entiendan que los softwares no podrán reemplazar sus trabajos, sino que son un apoyo para que puedan ser más eficientes en sus trabajos y esto los llevará a centrarse en brindar más y mejores aportes para el negocio.
Fuente: https://www.iprofesional.com/tecnologia/386085-inteligencia-artificial-como-las-empresas-pueden-aprovecharla
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