¿Emprender de a dos es mejor que uno? Cuáles son los beneficios y desventajas de iniciar un emprendimiento con una dupla, formas de elegir al mejor socio y técnicas de gestión para que el proyecto sea exitoso. Además, los expertos brindan consejos para mantener la sinergia.
Emprender es un desafío emocionante que tiene subidas y bajadas, momentos de pura adrenalina y otros altibajos que, a veces, pueden resultar abrumadores. En otras palabras, una montaña rusa de desafíos, aciertos y errores.
Quienes emprenden, por momentos, pueden sentirse capaces de resolver todo tipo de obstáculos con su actitud proactiva, resolutiva y positiva; pero, en otras etapas, llegan a pensar que no cuentan con los recursos necesarios, que no pueden resolver y que se sienten solos.
Parece ser que emprender es un desafío similar al de ser un equilibrista en una cuerda floja. Es acá donde surge la pregunta clave: ¿compartir ese negocio con otras personas será una buena opción?
En conversación con POST, Sheila Saad, fundadora y directora de El Club de Emprendedoras, argumentó: “Emprender de a dos puede ser más fácil o difícil dependiendo pura y exclusivamente del vínculo laboral que construyan las partes. De hecho, se puede convertir en el mejor sueño o la peor pesadilla de tu vida, dependiendo de la dinámica de esa relación”.
Desde lo práctico, dos personas distintas que se asocian en un proyecto aportan doble valor: por un lado, más habilidades, ideas, soluciones y herramientas, y, por el otro, se dividen las responsabilidades y tareas, lo que podría tener como consecuencia más eficiencia, productividad y la capacidad de superar obstáculos.
Desde una perspectiva emocional, tener a alguien que te entienda y te apoye “desde adentro” es un plus extremadamente valioso. Saad explica que “los emprendedores solemos sentirnos solos en el sentimiento y podemos encontrarnos perdidos en algunas situaciones. Tener un socio podría salvarnos, siendo como la voz del GPS”.
Sin embargo, Saad explica que también pueden aparecer conflictos, diferencias de opiniones o distintas formas de gestión. Estos puntos pueden generar tensiones o momentos incómodos que deberán sortearse con honestidad y mucha comunicación. Todos los involucrados deben estar alineados con la visión, misión y valores del negocio, con la estrategia en la gestión y las acciones a ejecutar para responder claramente a un plan. Es importante aprovechar las fortalezas de la asociación y abordar los desafíos con resiliencia para que, emprender de a dos, sea una aventura exitosa y enriquecedora.
Es así como la clave del éxito radica en la comunicación, la empatía, los valores compartidos, el compromiso y la tolerancia. “Las dos partes deben tirar para el mismo lado y respetarse, aun en las diferencias”, cierra la fundadora de El Club de Emprendedoras.
Para responder esta pregunta, POST entrevistó a Julián González, especialista en Marketing digital, estrategias de negocios y ventas, para saber qué debería evaluar un emprendedor a la hora de asociarse con otra persona. El vocero explicó: “A priori, podemos pensar que emprender de a dos es una buena manera de sobrellevar los altibajos de este vertiginoso camino. Sin embargo, también podemos reflexionar sobre qué tan complejo puede ser compartir un proyecto con alguien que, con el paso del tiempo, podría no tener la misma visión u objetivos que al comienzo. Es así como, tener un socio, podría representar un problema”.
Es clave trabajar mucho en entender por qué emprendemos debido a que eso es lo que nos va a ayudar a mantener viva la llama emprendedora en todo momento, a pesar de la incertidumbre. Contar con un propósito compartido es la llave para tener una motivación cada día y para definir los valores y prioridades de un negocio, aspectos fundamentales a la hora de tomar decisiones.
Julián González explica a POST que, al momento de elegir un socio, lo primero a analizar es qué puede aportar la persona a ese negocio. Por ejemplo, si uno es bueno comercialmente hablando, debería buscar un aliado que colabore en la administración. En segundo lugar, el vocero afirma que debe primar la confianza y el compromiso: “es muy importante tener la certeza de que, cuando dividamos las tareas a realizar, cada una de las partes va a cumplir con lo que le toca. Sobre todo, en los momentos de dificultad o crisis”.
Respecto de los negocios y la amistad, Noam Wasserman, un investigador de Harvard que escribió un libro llamado Los dilemas del fundador: anticipar y evitar las trampas que pueden hundir un emprendimiento, asegura que cerca del 40% de las startups incluyen a amigos entre los miembros fundadores y afirma que, según su análisis, cada vez que se incorpora un amigo a un negocio, las posibilidades de fracaso se incrementan en un 28,6% por amigo.
Siguiendo esta línea, Julián González argumenta que es complejo porque “los amigos tienden a minimizar y obviar los problemas evidentes del proyecto para preservar una relación de amistad”.
Está claro que mantener la sinergia es fundamental para el éxito de un emprendimiento cuando se trabaja en equipo. Sheila Saad expone 4 recomendaciones para lograrlo.
“Para evitar cualquier conflicto se debe, nada más ni nada menos, que trabajar en equipo, valorar el trabajo, las habilidades, los conocimientos y las experiencias de cada uno para el todo”, concluye Saad.
Emprender de a dos puede resultar en una experiencia sumamente productiva, pero para que así sea, no puede faltar la comunicación, la claridad, la organización y el respeto. Hay que fomentar un ambiente de trabajo basado en la colaboración y el apoyo mutuo.
Fuente: https://santanderpost.com.ar/articulo/la-importancia-de-emprender-con-otras-personas/