Por Enrique Núñez Montenegro

En los negocios, y en la vida, tanto el éxito como el fracaso, están directamente determinados por la forma en que tomamos decisiones.  Esto es cierto para las grandes multinacionales; pero igualmente para las pequeñas y medianas empresas.  Es un proceso necesario, complejo, de todos los días y que debe ser sistemático.  En las empresas familiares, la toma decisiones y el control son dos elementos que se vuelven doblemente complejos

Hoy hablaremos sobre la toma de decisiones en una empresa familiar.

¿Cómo se toman las decisiones en tu empresa? ¿Cuándo se toman esas decisiones? ¿Quiénes toman esas decisiones? ¿Es realmente participativa la toma de decisiones en tu empresa familiar? ¿Cómo se controlan los resultados de esas decisiones?

“El éxito o el fracaso en los negocios está directamente relacionado con la forma en que tomamos decisiones”  La mayoría de mis clientes de consultoría han sido empresas familiares.  En algunas, los padres han fundado la empresa y las acciones no han sido cedidas a los hijos, muchas veces ni siquiera la esposa tiene participación accionaria legalmente registrada.  En otras empresas familiares, la pareja y los hijos tienen diversas funciones dentro del negocio; pero no tienen participación real en la toma de decisiones.  En otras, un hijo van tomando el liderazgo de la empresa, los padres se comienzan a retirar; pero otros hermanos o primos también participan en la operación y quizás hasta tienen participación accionaria.  Estas son solo algunas de las múltiples facetas que puede tener una empresa familiar.

¿Por qué es tan complejo tomar decisiones en las Empresas Familiares?

La toma de decisiones se vuelve compleja, porque dentro del proceso de análisis y toma de decisiones hay elementos que tienen influyen:

1. La situación propiamente de la empresa que requiere tomar una decisión.
2. La “historia familiar” o los intereses propiamente familiares que están allí latentes.

Recuerdo, hace muchos años, a dos hermanas socias de una empresa que heredaron de su padres, cuando este falleció.   Sucedía que en medio de una sesión de consultoría planteamos un problema, muchas veces de implicaciones trascendentales, surge alguna diferencia de criterios y de pronto sale a relucir el comportamiento caprichoso de una ellas cuando era pequeña.  Su padre con tal de evitar llantos y berrinches en una tienda, terminada accediendo a sus caprichos y le compraba lo que pedía.  Algunas de esas reuniones tenían que ser suspendidas en medio de llantos y reclamos sobre cosas que vivieron cuando pequeñas o adolescentes.

He atendido empresas familiares donde tres hermanos crearon una empresa gran empresa hace treinta años, y hoy trabajan en ella los hijos, los primos, las parejas de algunos de ellos.  ¿Cómo se toman las decisiones? Muchas veces por imposición.  El drama se vuelve impresionante.

Los fines de semana la situación se agrava, porque lo que sucede en la empresa trasciende a la vida familiar y afecta, para bien o para mal, las relaciones al interno de las familiares involucradas.

¿Qué hace mejorar el proceso?

1. Es necesario que la empresa familiar se constituya legalmente en una sociedad mercantil, usualmente recomiendo una sociedad de responsabilidad limitada; pero sobre esto debes consultar con tu abogado.
2. La representación legal de la sociedad debería ser compartida por dos miembros, es decir al menos dos deben firmar para negociaciones que afecten a la empresa.  Y esto es más cierto para la compra y venta de activos, adquirir deudas, ceder garantías a terceros, entre otras cosas.
3. Todos los miembros de la familia deben aceptar que algunos deben ostentar el puesto de Gerente General.  La empresa puede tener una Junta Directiva o una Junta de Accionistas; pero alguien debe ser el líder de la empresa o como suelo decir “el director de la orquesta”.
4. Establezcan una instancia para resolver problemas y tomar decisiones, un momento y un lugar apropiado para hacerlo, que no sea en el hogar, ni los fines de semana. En algunas de estas reuniones participarán únicamente los socios de la empresa y en otras personas que tienen jefaturas.
5. Dentro de la operación diaria de la empresa, los socios deben comportarse como trabajadores de la empresa, dando ejemplo de esfuerzo, compromiso, dedicación, cortesía, entusiasmo y ejemplo a seguir.

Sigan estos cinco consejos básicos, para empezar.  No resulta fácil, cuando hay tanta “historia familiar” en medio del día a día; pero como consultor y asesor de empresas puedo decirles que sí es posible.

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