Por Manuel Pavón
Profesionalizar la empresa familiar es anteponer a los conceptos básicos de dirección personalista un modelo de toma de decisiones y gestión de la organización basado en criterios económicos y empresariales que no implique dar la espalda a la familia, sino conjugarse con ella en sus aspectos más fundamentales: motivación familiar y control de la propiedad.
Gran parte de los fracasos en la gestión de las empresas familiares se debe más a conflictos y discrepancias familiares que a problemas estrictamente empresariales. Algunas de estas peligrosas trampas tienen su origen en el solapamiento de la dirección de la empresa con la vida de la familia. Organizar a la familia en su relación con la empresa, canalizando los intereses e inquietudes de los familiares hacia foros adecuados, sin alterar la estrategia de la organización, es una necesidad imperiosa si se pretende que el proyecto tenga una continuidad. Esto se consigue a través de la profesionalización de la empresa familiar.
En esencia, cuando hablo esta profesionalización no me refiero a incorporar sólo profesionales externos competentes, sino más bien a una actitud mental y a las actuaciones consecuentes de los propietarios orientadas a una toma ordenada de decisiones, con una clara apuesta por la estrategia, más allá de cualquier interés particular.
Cuando la empresa crece y la familia madura, la complejidad del sistema incrementa junto con la necesidad de ordenar su estructura. Sin embargo, dependiendo de los intereses y de las situaciones particulares de cada miembro, puede que no todos consideren que esta necesidad sea tan evidente ni mucho menos conveniente.
Ante todo, profesionalizar la empresa familiar debe ser un acto voluntario. La familia tiene que entender por qué opta por la profesionalización, cuáles son las ventajas y desventajas, cuál es el esfuerzo que requiere su implementación en el actual esquema y por qué representa a la larga la alternativa más sostenible de continuidad y crecimiento.
Razones para profesionalizar una empresa familiar
La necesidad de profesionalizar la empresa familiar debe nacer de la responsabilidad del fundador/a-emprendedor/a. El modelo de gestión empresarial es muy propio y particular en este tipo de empresas. Por ello, el cambio en la toma de decisiones debe provenir de quien lo ha creado y está legitimado para cambiarlo.
La principal razón que podemos argumentar para profesionalizar una empresa familiar es la necesidad de mantener su capacidad competitiva, y esto está por encima de los personalismos familiares. El crecimiento de la empresa exige una mayor capacidad de gestión y, consecuentemente, de los especialistas necesarios. Desde esta razón principal desciendo a otras razones secundarias:
Problemas de la profesionalización de una empresa familiar
En los procesos de profesionalización más complicados y en los que observo mayor incidencia, coinciden tres aspectos:
Los directivos no familiares, por el contrario, suelen mantener un estilo más ordenado en el que las diferencias en la organización vienen determinadas por sus responsabilidades y no por las etiquetas.
Proceso de profesionalización de una empresa familiar
Por todo lo comentado hasta ahora, la profesionalización es un proceso evolutivo por el que debe pasar toda empresa familiar que pretenda consolidar su capacidad competitiva. Llegados a este punto, y una vez asumida la puesta en marcha del proceso, las familias suelen plantearse las siguientes preguntas:
El secreto está en desarrollar, secuencialmente y en este orden, tres ejes fundamentales:
Fuente:https://www.laempresafamiliar.com/informacion/profesionalizacion/profesionalizacion-de-la-empresa-familiar-parte-1/