por Daniela Arce
Varios hemos escuchado sobre la transformación digital sin entender su real importancia o los esfuerzos que se necesitan para llevarla a cabo. La tarea no es sencilla y puede llevar un largo tiempo, pero en este proceso existe un factor muchas veces olvidado, pero no menos importante. Se trata de los trabajadores, quienes son fundamentales para que todo funcione.
Miguel Alfonso Terlizzi, presidente de Hucap, dice que en este proceso se busca “‘subirse al avión y no quedar fuera de juego’, con procesos ágiles y estructuras más acordes a la realidad en que se mueven los negocios. No hay que dejar de lado que es una cultura nueva a construir entre los accionistas, el equipo directivo y la totalidad de los colaboradores, incluyendo a los proveedores, para lograr un sistema generativo saludable: clientes, colaboradores, proveedores y accionistas felices”.
A varias empresas se les dificulta adaptarse a estos cambios, pero no a nivel tecnológico, sino que en cuanto al cambio de hábitos entre los trabajadores.
Patrick Mork, fundador y CEO de la startup LEAP, indica que una de las razones por las que fracasan las empresas al implementar esta transformación es por el choque cultural.
Mork detalla que muchas veces “llegan con nuevo sistema de tecnología y la cultura existente la rechaza. En las organizaciones, cuando hay una cultura muy tradicional y se llega con procedimientos tecnológicos, no tienen cómo adaptarse, porque requieren cambios más profundos”.
Liderazgo para el cambio cultural
Al momento de adoptar una mentalidad enfocada en la transformación digital, se tiene que realizar un cambio cultural en la organización. Para esto, deben haber líderes que estén a la vanguardia y sean capaces de comunicar al resto por qué se deben llevar a cabo los cambios necesarios. Es en esta etapa donde surgen dudas sobre qué estilo de liderazgo es el más adecuado.
Si bien Terlizzi aclara que no hay un «mejor» o «peor» estilo de liderazgo, «los desafíos que plantean la convergencia tecnológica y las exigencias de los clientes determinan que hace falta un estilo que integre todo lo conocido, ya que cada persona requiere un liderazgo distinto».
Es por esto que se deberá “adoptar un estilo de liderazgo flexible y certero en función de las habilidades, conocimientos y actitudes que posean los seguidores”.
Agrega, además, que el liderazgo que debe prevalecer y afianzarse es el que se basa en el de coach sistémico, que está “orientado a resultados, se basa en un estilo de liderazgo transformador, capaz de contagiar y motivar a las personas a pensar en lograr resultados extraordinarios o encender esa llama sagrada que todos llevamos dentro, mostrándoles siempre el destino al que se dirigen”.
Cultura de aprendizaje
En este proceso de adaptación, donde se busca explotar lo mejor de los trabajadores, es necesario que haya una especie de inventario, donde se analice qué habilidades blandas necesita la empresa, cuáles poseen los trabajadores y, entonces, qué necesitan desarrollar y fortalecer en el equipo.
Débora Brewer, vicepresidenta para América Latina y el Caribe de Degreed, indica que esto se logra mediante la creación de un ambiente seguro, donde la gente entienda que es necesario hacerlo y que está todo bien. Y a la vez, a través de una cultura de aprendizaje, donde los trabajadores puedan aprender todos los días y los líderes compartan conocimiento y fomenten la cultura de aprendizaje.
“Muchas veces miramos hacia afuera, contratando gente extranjera, pero se puede entrenar al personal interno y así evitar que se vuelvan obsoletos. Ahora, por ejemplo, hay que abrazar la idea de que no solo se aprende a través de clases presenciales, sino que también en aquellas que son online. Es poner al colaborador al centro, para que sea dueño de su carrera y desarrolle sus habilidades para tener movilidad interna”, señala Brewer.
Pero no es solo tarea de los jefes identificar esas habilidades y debilidades, los trabajadores también deben responsabilizarse, mediante un autodiagnóstico que les permita ver en qué son buenos y expertos, y al mismo tiempo identificar qué deben mejorar.
Habilidades
A nivel de jefatura, se requieren ciertas habilidades blandas para garantizar un buen trabajo. A continuación, algunas habilidades necesarias.
Menos estrés, más compromiso
Otra de las razones por la que el liderazgo es tan importante en un proceso de transformación digital, es porque un estilo adecuado puede fortalecer la cultura interna y lograr que los equipos sean mucho más confiados en sus capacidades.
Según el estudio “El estado de las habilidades en 2021: en peligro de extinción” elaborado por Degreed, para el que se encuestó a 5.000 trabajadores en ocho países, reveló que 38% de trabajadores se sienten menos confiados para hacer su trabajo eficazmente, comparado con datos anteriores a la pandemia.
A su vez, el 55% de los trabajadores, gerentes y líderes de negocio piensa que la falta de confianza en sus habilidades hace más estresante su trabajo y el 38% señaló que esto afecta su salud mental.
Para Débora Brewer, “es necesario trabajar las habilidades deseadas dentro de la organización”.
Incluso, hasta los líderes deben fortalecer sus habilidades. De acuerdo a Mork, hay que mejorar muchas culturas organizacionales y capacitar en habilidades blandas. “Establecer confianza no es solo mejor para ellos, para que estén más tranquilos y motivados, sino que mejora el rendimiento. Hay que trabajar las habilidades blandas y de qué manera se establecen mayores niveles de confianza entre equipos y la gente”.
Fuente https://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes-203