Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Management » No puedes predecir el futuro; pero puedes crearlo

No puedes predecir el futuro; pero puedes crearlo

Por José Cabrera

Es hora de crear no de planificar. Tu futuro está por hacer y depende de ti, en vez de gastar energías en intentar predecirlo vuélcalas en crearlo.

Muchas personas piensan que nuestro futuro está en gran medida determinado por nuestras experiencias pasadas y que podemos hacer muy poco para transformar nuestro destino.

La realidad es que podemos definir nuestro propio futuro, si tomamos un rol más activo en el mismo. Es decir, siendo conscientes de que el futuro no es una mera proyección del pasado, sino algo nuevo que construimos cada día y que emerge como resultado de nuestras acciones y omisiones. Todo empieza por creer en nuestra propia capacidad para impactar sobre el futuro, e ir emprendiendo, paso a paso, el camino hacia un futuro deseado.

Mi propuesta en la reflexión de hoy es bien sencilla; ya que tu futuro no está programado sino que es algo que está por construir y depende de ti, debes dedicar todas tus energías a construirlo.

¿Podemos crear el futuro?

Para crear nuestro propio futuro, debemos en primer lugar de asumir un rol activo en el mismo: no dejar que otros lo creen por nosotros, sino ponernos manos a la obra desde hoy mismo. Sobretodo, porque si dejamos que otros creen el futuro por nosotros, difícilmente lo van a hacer sin priorizar primero sus propios intereses. En otras palabras, si no tenemos una agenda personal es muy probable que seamos parte de la agenda de otro.

En segundo lugar debemos abordar el futuro con todo nuestro potencial; la curiosidad y la apertura de miras necesarias para interactuar con el mundo exterior, sin miedo a equivocarnos, conscientes de que aprendemos de nuestros errores y que solo explorando lo desconocido podemos encontrar nuevas perspectivas y descubrir nuevas realidades que nos ayudarán a lograr un cambio profundo en nosotros mismos y en nuestras vidas.

En tercer lugar se trata de vivir los cambios como una oportunidad para reimaginar un futuro deseado, centrándonos en aquello que da significado a nuestras vidas y es importante para nosotros, asumiendo riesgos inteligentes cuando otros optan por la seguridad, moviendo recursos del pasado al futuro y aprendiendo de nuestros errores, transformando las contingencias que encontramos en el camino en oportunidades futuras.

El futuro puede estar en muchas partes y en ninguna. Todos tenemos cierto grado de certeza sobre el pasado, pero mucha incertidumbre acerca del futuro. Aquellos que me conocen por mis planteamientos disruptivos, suelen decirme que vivo en el futuro, como si fuera algo que está por venir. Sin embargo, a mi me gusta decir que en tiempos inciertos y de de cambios acelerados, el futuro es algo que ya está aquÍ y que simplemente no lo vemos, porque nuestros modelos mentales nos lo impiden ver. Observando a nuestros hijos, su forma de vivir, relacionarse, compartir en sus redes sociales podemos anticipar muchos de los comportamientos, habilidades y competencias que necesitarémos para prosperar en la nueva realidad.

Lectura relacionada  La importancia del presupuesto de ventas

Llevo años escribiendo sobre la innovación personal como forma de vida. Mi intención es facilitar a las personas el proceso de convertir diferentes visiones de futuro en perspectivas únicas con sentido, para después priorizar y aterrizar los futuros posibles en un futuro deseado, una visión que actúe como destino de todo lo que hagamos hoy, dotándolo de sentido e intencionalidad. Para después trasladar esa visión del futuro ideal, aquel que querríamos que efectivamente sucediese, en acciones concretas en un mapa de innovación personal.

Tres pasos para crear tu futuro deseado

Siguiendo estos tres pasos, podrás dar forma a un futuro deseado y cambiar la condición de “víctima del futuro” a “protagonista de tu propio futuro”.

Future-2

1. Adopta una actitud emprendedora

Frente al futuro, siempre tenemos la elección de adoptar cuatro actitudes diferentes: el avestruz pasivo que sufre el cambio, el bombero reactivo que se ocupa en combatir el fuego, una vez éste se ha declarado, el asegurador precavido que se prepara para los cambios previsibles pues sabe que la reparación sale más cara que la prevención, el emprendedor activo que trata de provocar los cambios deseados.

Mi propuesta es que para iniciar tu viaje hacia el futuro adoptes una actitud emprendedora. Este será nuestro punto de partida, el observatorio que nos permitirá explorar la nueva realidad, que nos servirá para desarrollar nuevas perspectivas y para comenzar a vislumbrar nuevos futuros posibles.

Este arranque se traducirá, a la fuerza, en un aumento en el nivel de conciencia sobre lo que podemos hacer, sobre lo que es posible y sobre lo que puede contribuir a nuestro progreso hacia un futuro deseado.

Desafortunadamente, esta actitud emprendedora no es la mas frecuente puesto que si todo va bien, no la necesitamos, y si todo va mal, de nada nos sirve. Generalmente vemos el futuro como una realidad externa a nosotros, frente a la que hemos de tomar posición y para hacerlo intentamos predecirlo para planificarlo

Cuando utilizamos una actitud emprendedora para abordar nuestro futuro, partimos de una premisa diferente: somos nosotros los que creamos nuestro propio futuro.

Esta es la forma natural de razonar en las personas emprendedoras y de los innovadores. La actitud emprendedora es particularmente útil en momentos complejos e inciertos como los actuales, puesto que nos mueve directamente a la acción, para dejar de sentirnos víctimas de las circunstancias y animarnos a convertirnos en verdaderos protagonistas de nuestras vidas, convencidos  de que en la medida que somos nosotros los que creamos nuestro propio futuro, no necesitamos predecirlo para controlarlo.

Lectura relacionada  Qué es la proactividad?

2. Descubre tu futuro deseado.

Esta etapa del viaje consiste en determinar hacia donde queremos ir realizando una prospectiva personal para tender un puente entre la visión del futuro y la realidad presente.

El objetivo es descubrir un futuro deseado a partir de varios futuros posibles. Para ello debemos descubrir aquello que da sentido y propósito a nuestra vida, ver lejos con amplitud de miras y aventurarnos para pasar a la acción y convertirnos en protagonistas de un futuro personalizado partiendo de lo que nos motiva, lo que somos y deseamos, lo que creemos y podemos hacer, nuestras habilidades y superpoderes, y sobre todo de lo que nos gusta y apasiona.

La prospectiva es una forma de enfrentar la complejidad y la incertidumbre. Se trata de proyectar tu realidad actual desde diferentes áreas personal, familiar, y profesional identificando los posibles puntos de bifurcación, con el objetivo de descubrir cuáles son los futuros posibles, realizables y deseables. Para priorizar un futuro deseado, un futuro factible y posible de realizar, y convertirlo en la razón de ser del presente. El propósito renovado y el deseo dan sentido a las vivencias presentes y son el motor de la acción.

La prospección nos aportará,  entre otras cosas,  nuevas perspectivas, nuevos puntos de vista que, más pronto que tarde, acaban por traducirse en nuevas ideas- te permitirá reflexionar sobre el impacto de los cambios en tu vida y en tu modelo profesional de creación de valor, y te ayudará a definir nuevas oportunidades de desarrollo personal.

Estas son algunas de las preguntas clave que te permitirán llevar a cabo el proceso de prospección personal: ¿Cómo interactuar con la nueva realidad?, ¿Cómo podemos prepararnos para vivir en contextos inestables?, ¿Cómo prepararse para gestionar lo imprevisible?, ¿Cómo desarrollar las nuevas habilidades personales para asegurar mi empleabilidad futura?, ¿Cómo ser percibido y valorado en un mundo globalizado?, ¿Cómo crear tiempo para explorar el futuro?.

3. Hazlo Realidad

El futuro lo hacemos realidad a través de la acción. El presente se construyó en el pasado y el futuro se construye en el presente y los retos y oportunidades del mañana están determinados por las decisiones de hoy.

Sin embargo, la gran incertidumbre que estamos viviendo puede llevarnos a la parálisis total, o bien a tomar decisiones movidos por impulsos tácticos, reaccionando a corto plazo para sortear las amenazas que van surgiendo por el camino. Es necesario tener esa capacidad de reacción ágil para adaptarse a un entorno nada fácil: si no sobrevivimos, está claro que no podremos llegar a ningún sitio. Pero para avanzar con paso firme (sin bandazos) hacia nuestro futuro deseado, es necesario dotar de intención a cada una de esas acciones que vamos tomando.

Lectura relacionada  7 consejos de management de cuatro grandes empresas

Atrévete, sé curioso y experimentar. Los seres humanos, como todo ser vivo, somos auténticas plataformas naturales de innovación. Es evidente que algunas personas tienen más capacidad de adaptación, que están más predispuestas al cambio, más abiertas a nuevas ideas, y que, en sí, son más creativas que otras. Pero lo cierto es que todos tenemos la capacidad fundamental de ser innovadores y que todos podemos crecer profesionalmente.

Supera el miedo a fallar y a cometer errores. No te obsesiones con hacerlo todo perfecto a la primera: es imposible. Elimina la presión. Considera que tus decisiones son temporales, y que más adelante volverás de nuevo sobre ellas. Sé tolerante con tus fallos. Deja la «gestión de riesgos» para los bancos. No hay mayor riesgo hoy en día que el de quedarse quieto viendo cómo los demás deciden tu vida.

Atrévete a probar cosas nuevas en una escala lo suficientemente pequeña como para que un fallo no se convierta en una cuestión de supervivencia. Lanza tus “bote salvavidas”, o lo que es lo mismo, introduce en tu vida pequeñas iniciativas de innovación que te permitan experimentar las tendencias emergentes sin que esto afecte de forma negativa a la estabilidad de tu “portaaviones” personal. De esta forma podrás seguir tu camino sin poner en riesgo tus objetivos fundamentales, al tiempo que vas creando las nuevas competencias que te ayudarán a asegurar tu empleabilidad futura.

Este es el momento de construir nuestro futuro a partir de nuestras vivencias de la pandemia, aprovechar los aprendizajes de este período y aumentar nuestra resiliencia para convivir con la nueva realidad y rediseñar nuestro futuro deseable. En esta reflexión anterior encontrarás 10 consejos para reinventarnos y crecer profesionalmente, para convertirnos en protagonistas activos de nuestro futuro. Un futuro que no podemos planificar, pero si dedicar todas nuestras energías a construirlo.

Fuente: https://cabreramc.com/no-puedes-predecir-el-futuro-pero-puedes-crearlo/

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.