Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Calidad de Vida » Hablar contigo

Hablar contigo

Por Merce Roura

Llega ese momento en el que te tienes que pedir perdón.

Por haber aguantado demasiado lo que era inaguantable.

Por haber sido comprensiva con todos menos contigo.

Por ver más la viga en el ojo propio que la paja en el ajeno siempre.

Por no saber decir no, ni decir «ya basta» cuando hace falta.

Por no haber sabido ver las cosas de otro modo, comprender y perdonar. Por haber perdido lo que amas.

Por estar harta, hartísima de todo y seguir peleando sin darte cuenta de que hay batallas perdidas.

Por no escuchar a tu cuerpo cansado.

Porque el miedo a perder a otros de tu vida te ha llevado a perderte a ti de la tuya y a dejarte tanto de lado que, cuando te fuiste a buscar, no te encontraste.

Porque el dolor de no saber si llegarías y si estarías a la altura te hizo renunciar a muchas cosas que deseabas.

Porque no creíste merecer lo bueno y lo hermoso de la vida y lo rechazaste cuando estuvo ante ti. Por haberte sentido culpable por ello siempre y no haber sabido darte cuenta de que hiciste cuanto supiste en aquel momento.

Por no permitirte fallar ni cometer errores.

Por haberte criticado tanto que te arrancaste la piel con la mirada y te cubriste de basura con las palabras.

Por haberte roto tantas veces esperando un respeto que no llega porque nunca te lo has dado tú primero antes de pedirlo.

Por no haberlo pedido ni siquiera.

Por haber callado y consentido.

Por haberte enfadado demasiado con los demás cuando no te daban lo que tú les permitiste y consentiste no dar.

Por haber visto y sentido más el dolor ajeno que el propio y haberte cosido tantas veces los jirones que ya no te notas la piel cuando te abrazan.

Por no haberte abrazado en los malos momentos y haber seguido pidiéndote más cuando estabas vacía y muerta por dentro.Anunciosabout:blankINFORMA SOBRE ESTE ANUNCIO

Por no haberte permitido descansar y pedirte siempre más cuando lo habías hecho y dado todo.

Por no haberte avergonzado de ti misma tantas veces mientras elogiabas a otros por la mitad de la mitad.

Por haberte visto pequeña y ridícula y haberte humillado y rechazado esperando humillación y rechazo ajeno.

Lectura relacionada  Carta abierta para aquellos que no sienten que son «lo suficientemente bueno»

Por cómo te hablas.

Por lo poco que te escuchas.

Por lo poco que te conoces.

Por el miedo que te tienes, en realidad.

Por perseguir. Por mendigar. Por dar por sentado que nadie va a hacer nada por ti.

Por necesitar demostrar y suplicar que te demuestren pero no dejar espacio ni tiempo para que suceda.

Por amar demasiado a veces. Por no atreverte a amar otras tantas.

Por ver solo las espinas de tu rosa y no ser capaz de apreciar el aroma y el terciopelo de sus pétalos blancos y delicados.

Por comprometerte con todos menos contigo.

Por vivir del pasado y estar siempre pendiente del futuro.

Por dejar el presente para más tarde cuando ya es tarde.

Por estar siempre pensando de más y sintiendo de menos por si sentir te hace parar y te pide que lo dejes todo.

Por no permitirte tregua para tomar descanso y recuperar el aliento.

Llega el momento de pedirte perdón por no verte entera y pensar siempre que eres provisional y te falta algo.

Por haberte aguantado las lágrimas y la rabia.

Por haber soportado angustias que no eran tus angustias y cargado responsabilidades que no eran tus responsabilidades… Por cargar un peso que no era tu peso y asumir que ni siquiera te dieran las gracias.

Por culpar a otros y dejar de tomar decisiones.

Por creer que hay algo en ti que merece rechazo y tiene que estar oculto.

Por no abrazar tu oscuridad y no permitir que salga tu luz.

Por haberte conformado con una vida a medias porque pensabas que eras una persona a medias.

Porque te has hecho mucha falta y no estabas en ti.

Porque cuando estabas era para culparte y reprocharte.

Porque te quieres poco y no te lo dices nunca.

Porque mereces lo mejor de la vida y no te lo crees todavía.

Porque hoy necesitas decirte todo esto y seguramente no tendrás ganas de hablar contigo.

Porque todavía no te has comprometido contigo…

Llega el momento de perdonarte y perdonar de una vez por todas. .

Fuente: https://mercerou.wordpress.com/2023/05/08/hablar-contigo/

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.