Toma de Decisiones
𝗟𝗼𝘀 𝟭𝟬 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗳𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗲𝘁𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗰𝗶𝗱𝗶𝗿 »
por Miguel Ángel Ariño y Pablo Maella
Decidir es uno de los actos más importantes que hacemos las personas. Según sean nuestras decisiones, será nuestra vida. Podríamos decir que nuestra existencia es el resultado de las distintas elecciones que vamos haciendo. Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene para nosotros las decisiones que tomamos, no se nos acostumbra a enseñar cómo decidir mejor.
Ni en el colegio, ni en la universidad, ni en prácticamente ningún sitio nos enseñan a decidir, por eso no es de extrañar que nos equivoquemos. Hay errores frecuentes que acostumbramos a cometer y como no somos conscientes de ellos, los volvemos a hacer una y otra vez. Es lo que en nuestro libro hemos llamado “tropezar de nuevo con la misma piedra” en el sentido de que hemos identificado diez errores muy comunes en los que solemos caer.
Actitud lo es todo, es una opción. Toma decisiones positivas »
por Ricard Lloria
“Después de un rato aprendes a ignorar lo que dicen las demás personas acerca de ti y simplemente confías en ti”. Shrek
Esta semana os hablaba de la resolución de conflictos, una parte fundamental para tener una actitud y una toma de decisiones positivas, la autenticidad en las personas.
La felicidad es una actitud, desde luego. Pero es una actitud condicionada. La fuerza de nuestra actitud sobre las circunstancias es la que nos lleva a la felicidad. Muchos buscamos y esperamos una felicidad futura, sin darnos cuenta que la felicidad reside en el aquí y ahora. La felicidad no es algo maravilloso que nos visita y nos toca, es sobre todo, lo que nosotros decidimos, acerca de cómo queremos sentirnos en este momento, a pesar de lo que ocurre en nuestro alrededor.
Una de mis frases favoritas es «La persona que piensa en positivo ve lo invisible, siente de lo intangible y logra lo imposible»
Esto es algo que realmente creo. A menudo pienso en «trata de dar el primer paso para ir en el camino hacía éxito», pero decido realizarlo cuando al menos, sé que tenemos una actitud positiva y creemos que lo podemos hacer.
Tu propósito: un criterio para la toma de decisiones »
Por Santiago Sena
¿Qué es una “buena vida”? ¿Cómo definirías una vida “buena”? Una vida que valga la pena vivir. Una que nos ilusione y llene de sentido. ¿Qué características tiene? ¿Qué valores (cosas a las que les damos valor) contiene y armoniza? ¿Qué personas incluye? No se trata de repetir las enseñanzas de los grandes filósofos, sino de pensar, a conciencia. ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Qué quiero para mí? ¿Por qué elijo las cosas que elijo? Y, siguiendo a Clayton Christensen, podemos preguntarnos: ¿cuál es la medida que quiero usar para medir mi propia vida?
Si no lo pensamos, igual actuaremos y decidiremos cosas, pero quizás orientados por otros criterios. Pensarlo nos obliga a poner el tema en la conciencia. Y la conciencia se puede gestionar. La inconsciencia, no. En ese plano corremos el riesgo de que alguien más lo defina por nosotros.
Muchas veces, esta situación se da, para colmo, por la buena intención de gente que nos quiere bien. Los mandatos familiares o las expectativas de un buen jefe pueden ocupar el espacio que le corresponden al autoconocimiento y, sobre todo, a la libertad y a la responsabilidad. Como decía Antoine de Saint Exupéry en El Principito, “eres el dueño de tu vida y tus emociones, nunca lo olvides. Para bien y para mal”.
Sesgo del Presente: una trampa para nuestras decisiones de largo plazo. »
Por Gustavo Adamovsky
En nuestra vida cotidiana, a menudo nos encontramos en situaciones en las que posponemos tareas importantes, a pesar de tener plena conciencia de que necesitamos hacerlas. La fecha límite se acerca, nuestra mente nos presiona y sentimos la presión en nuestro interior, pero en lugar de ponernos manos a la obra, decidimos ver una serie y soñar con cómo lo lograremos mañana.
Este comportamiento tiene su raíz en un sesgo cognitivo conocido como “descuento hiperbólico” o “sesgo del presente”, que nos lleva a elegir recompensas inmediatas y más pequeñas en lugar de recompensas futuras y más grandes. El valor presente descontado de una recompensa futura sigue una curva matemática llamada “hipérbola”. Un experimento clásico ilustra este fenómeno: si se nos ofrece la opción entre recibir $100 hoy o $120 en una semana, la mayoría elige los $100 de inmediato
Decidir o no decidir, he ahí la cuestión. »
Por Visi Serrano
Algunas formas de tomar decisiones en las reuniones.
Vengo de dinamizar un taller sobre Dirección de Reuniones (#bestmeetings) y hemos conversado y debatido sobre lo que ocurre en las reuniones a la hora de decidir entre varias alternativas, soluciones o propuestas. Es conveniente aclarar primeramente que cuando nos reunimos para tomar una decisión profesional, el facilitador o responsable de la reunión debería no hacerse trampa en el solitario y tener en cuenta:
1-que si la decisión está ya tomada, la reunión debería ser meramente informativa.
2-que si quien facilita no otorga de autoridad al equipo y no va asumir la decisión tomada como suya, más vale aclarar al grupo que se va a realizar una consulta al respecto para conocer su opinión acerca del tema dado.