Algunos la definen como una especie de inconsciente que toda organización debe poseer y que debe ser gestionada por la alta dirección. Otros afirman que supone el punto de partida de cualquier estrategia empresarial.
Lo que queda claro es que la cultura corporativa es tema de constante preocupación en todas las organizaciones.
Para Justo Villafañe, experto en comunicación, entender la naturaleza de la cultura corporativa resulta vital para llevar adelante programas en el que participan todos los empleados.
Ello, porque la dimensión humana de cualquier empresa se expresa a través de su cultura.
Según el profesional, la cultura corporativa se manifiesta a través de tres dimensiones muy diferenciadas y que son el primer paso para una gestión eficiente: la identidad -manifestada a través del “somos”-, el sistema de valores -el pensamiento de los directivos- y la unidad estratégica -por medio de las acciones o el “hacemos”.
Cada uno de estos factores se puede identificar de manera clara a través de los algunos “indicadores culturales” que se desarrollan a continuación:
Historia
Toda institución tiene un fundador, una instalación, productos emblemáticos que marcaron el crecimiento de la empresa, en resumen, hitos claves y anécdotas que son recordadas por sus directores y empleados. Estos elementos conforman la historia de un grupo.
Estructura interna
Se refiere al diseño funcional para la toma de decisiones, especialmente la política de recursos humanos tiene que ver con este aspecto. Hay organizaciones que cuentan con estructuras más planas que otras, con tres o cuatro niveles jerárquicos y que todos trabajan en equipo con todos. Hay otras que tienen estructuras extremadamente burocráticas y gigantescas donde la palabra “autorización” lo es todo.
Según Pierre Bourdieu, se sabe que las estructuras físicas determinan las estructuras de pensamiento de las personas.
Estilos directivos
Tiene relación con la manera en que los directivos dirigen a sus empleados. En esto confluyen la organización de las tareas, los procesos de delegación, el liderazgo y los mecanismos de control.
Proyección social
Aquí están los estilos de comunicación, la promoción externa, la política de patrocinios, el grado de permeabilidad social, el impacto de las acciones de RSE y muchos otros comportamientos y formas de relacionarse con agentes externos.
Un arma de doble filo
A pesar de la planeación, existen casos donde ciertos aspectos de la cultura corporativa convergen en contra de los objetivos del negocio de una organización.
Esto sucede sobre todo cuando el personal de atención al cliente está insatisfecho. Éstos se muestran contrarios a las políticas, las aceptan a regañadientes y por lo tanto no tienen ninguna intención de ponerlas en práctica.
A su vez el management cree que los clientes son cada vez más exigentes y que los problemas tienen que ver con los “cambios de la sociedad” entre otros factores externos y no con la mala preparación del personal a cargo.
Toda esta situación sucede, aun cuando el producto se vende porque es bueno y único en el mercado.
En estos casos, se cree atender a “clientes problemáticos” y no se toma en cuenta la posibilidad de reinventar sus bases, porque el producto de todas formas funciona.
Fuente: Altonivel.com.mx
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