por Aida Baida Gil
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Muchas veces, con el ajetreo diario, se pasan los días, meses y hasta años en un abrir y cerrar de ojos, hasta que llega un momento en que te das cuenta de que algo falla, que te falta algo y ni siquiera sabes qué. O que te has pasado media vida ocupada con cosas que no te han aportado mucho y te das cuenta ahora.
Para evitar estas situaciones es importante pararte a pensar si estás donde quieres estar, para que haya una conexión entre lo que quieres y lo que haces en tu día a día; y para asegurarte de que te estás moviendo en la dirección correcta, la que tú quieres. Por eso te recomiendo que tengas esto en cuenta:
– Define dónde quieres estar, crea tu mapa y tu trayectoria. Si no sabes lo que quieres no sabrás cuando lo has conseguido ni si vas por buen camino. Si sientes que no estás donde tú quieres estar párate a pensar qué quieres, qué cambio o cambios en tu vida harían que te sintieses satisfecha y plena.
– Asegúrate de que eres tú la que elige el camino y el destino, no sea que acabes donde otros quieren estar o donde otros quieren que tú estés. Y si ese es tu caso recuerda que siempre estás a tiempo de modificar la trayectoria.
– Recuerda que estar donde tú quieres no significa necesariamente haber llegado al destino, sino estar en camino. Porque saber que vas por el camino que te hace feliz y que tú has elegido es más que suficiente para sentirte bien. No te obsesiones con el destino y disfruta del trayecto.
– Tu trayectoria y, por supuesto, tu destino pueden cambiar y es normal. Con la edad y las experiencias de vida las cosas que quieres cambian, porque cambian tus prioridades. Es normal y es importante que cada cierto tiempo te pares a evaluar de nuevo cuáles son tus valores, prioridades y necesidades, especialmente si sientes que te falta algo.
– Sé flexible. Aunque ahora tengas el destino y trayectoria clarísimos, la vida da muchas vueltas, a veces las cosas van muy bien y a veces no tan bien. Hay que aceptar que hay cosas que no podemos controlar y que no todo saldrá como tú quieres y a lo mejor tienes que cambiar cosas que no tenías pensado, pero eso no quiere decir que no vayas por buen camino. Sé perseverante y resiliente, adáptate a las circunstancias, persigue lo que quieres y cámbialo si es necesario.
– En los momentos de estrés o confusión, párate y piensa adonde vas y qué puedes hacer hoy para acercarte más a tu meta, qué es lo importante de este día. Para que no vayas como gallina sin cabeza, ocupadísima y estresada con cosas que no te acercan a tu destino.
Por muy ocupada que estés es importante que te tomes tiempo para replantearte dónde estás y hacia donde vas, si es lo que tú quieres y, en caso contrario, qué puedes hacer para retomar tu camino. Recuerda que tú tienes el poder de decisión y no, a veces no es fácil, se necesita valor para diseñar la vida a tu manera y seguir tu camino y para superar los obstáculos que te encontrarás en el camino, pero valor tienes… ¿Qué camino quieres seguir?
Autora Aida Baida Gil – coachaidaarrobagmail.com – Coach de la profesional, trabaja con mujeres profesionales que quieren ganar seguridad en si mismas, decidir el siguiente paso a dar y diseñar su vida y su carrera según sus intereses y valores. www.coachdelaprofesional.com
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