Por Rosy Guerra de Normans.
Tomamos decisiones todos los días; todo lo que decimos y hacemos es el resultado de una decisión, ya sea que lo hagamos conscientemente o no. Para toda elección (grande o pequeña), no existe una fórmula para tomar la decisión correcta.
Lo mejor que puedes hacer es abordar el tema desde todas las perspectivas posibles y luego elegir el curso de acción que parezca más razonable y balanceado en ese momento. ¡Aprende a tomar decisiones inteligentes con wikiHow! Empieza con el paso 1 a continuación.
Sentir emociones fuertes (ya sean positivas o negativas), puede impactar en tu habilidad para tomar decisiones racionales. Cuando tienes que tomar una decisión, el primer paso por lo general es permanecer lo más calmado posible. Si no puedes permanecer calmado, pospone la toma de la decisión hasta que puedas pensar con claridad.
Se pueden tomar mejores decisiones cuando tienes suficiente información y estás bien informado. Tomar decisiones (especialmente si son sobre temas importantes) se debe basar en la lógica.
Por lo general, la mejor forma de tomar una decisión que no puede resolverse de forma lógica es medir las ganancias contra las pérdidas. Si el riesgo asociado a una opción en particular es mucho, y los resultados positivos son pocos, entonces probablemente se debe evitar dicha opción para escoger una mejor. Sin embargo, la cantidad de riesgo asociado a las ganancias, depende de las preferencias personales.
Haz un plan de apoyo para anticiparte a cualquier evento negativo o no planificado. Piensa en el futuro. Las personas que toman las mejores decisiones no son aquellas que nunca cometen errores; son las personas que desean lo mejor y se preparan para lo peor.
No importa qué decisión tomes, prepárate para aceptar la responsabilidad independientemente del resultado. Si las cosas no salen bien, lo mejor siempre es haber tomado una decisión consciente en lugar de no haber hecho nada. Por lo menos hiciste lo mejor que podías. Toma la decisión y prepárate para defenderla.
¿El problema o decisión cómo afecta a las otras personas? ¿Alguno de los resultados posibles puede afectar de forma negativa a las personas que amas? Piensa en las demás personas a través del proceso para tomar la decisión, especialmente si estás casado o tienes hijos.
A primera vista, puede parecer que sólo hay un curso de acción, pero eso por lo general es mentira. Incluso si la situación parece limitada, haz una lista de alternativas. No intentes evaluar las opciones hasta terminar la lista. Sé meticuloso.
Por cada opción, lista todos los posibles resultados y califícalos como positivo o negativo. Una forma de hacerlo es colocar un signo de más (+) al frente de un resultado positivo, y un signo de menos (-) al frente de un resultado negativo; los resultados extremadamente positivos o negativos pueden recibir dos signos en lugar de uno. Algunas personas encuentran útil la opción de hacer un árbol de decisiones, el cual detalla cada posibilidad en formato visual.
En todos los escenarios, piensa en si el mejor resultado posible vale la pena por correr el riesgo del peor resultado posible. Si el peor resultado posible es completamente inaceptable, lo que significa que nunca te perdonarías si ocurriera, entonces probablemente no debas tomar esa opción. Al final, si el posible costo no es proporcional a la posible ganancia, entonces no vale la pena el riesgo.
Pensar demasiado el problema puede hacer que empeore. Intenta no estancarte en cada pequeño detalle. Vale más la intuición, el coraje, y tomar decisiones intrépidas a la antigua.
Averigua todo lo que puedas sobre el problema y las opciones que tienes para afrontarlo. Esto te ayudará a tomar una decisión mejor informado. Probablemente signifique mirar el problema desde muchos ángulos.
Pide consejo a personas de confianza, preferiblemente personas que sean buenos para tomar decisiones o que tenga que tomar decisiones similares.
Pedir consejo a desconocidos o a personas apartadas de la situación, también puede ser de gran ayuda. Las personas neutrales son capaces de pensar con más claridad y no están tan parcializadas.
Un experto te puede ayudar a explorar qué opciones tienes disponibles, al igual que resaltar los pros y contras que tal vez no hayas considerado.
También puedes investigar un poco por tu cuenta (mucho más fácil en nuestro tiempo gracias al internet) Busca información confiable de buenas fuentes. Las citas de instituciones de prestigio son buenas. Busca en dominios web que terminen en .org, .gov, o .edu, en lugar de aquellos sitios con la palabra “Blogspot” en su url.
Podrás tomar mejores decisiones si le das a tus emociones tiempo para que se tranquilicen. Así también tienes tiempo para pensar bien cómo te sientes respecto a la situación. Pero, no esperes mucho, porque podrías perder varias opciones.
En ocasiones, simplemente tienes que hacer lo que sientas. A menudo sabemos (a veces de forma inconsciente) en nuestro corazón qué es lo que debemos hacer. De vez en cuando, recibir mucha información hace que no podemos oír nuestra intuición, pero al menos debes considerar lo que tu instinto dice que debes hacer.
Si tienes problemas para escuchar tu voz interior, puedes auto-engañarte para revelar tus sentimientos profundos. Una forma de hacerlo sería pretender que das consejos sobre la decisión a alguien más. Otra opción sería “consultar” con un amigo o familiar fallecido, donde puedes actuar ambas partes de la conversación.
Escribe tus opciones en un pedazo de papel y dibuja una lotería. Juega piedra, papel, o tijeras, con alguien para tomar la decisión. Pregúntale a una bola mágica 8. Simplemente juega. La parte importante es que tengas en cuenta tu reacción cuando veas que decisión tienes que tomar. ¿Te sientes decepcionado de forma inesperada? Esto puede revelar sentimientos muy profundos que ni siquiera sabías que tenías.
Jugar al abogado del diablo te puede ayudar a decidir cómo te sientes realmente frente a la decisión. Si tu argumento en contra de lo que querías hacer empieza a tomar fuerza, ahí tienes tu respuesta.
A fin de cuentas, la mejor forma de tomar una decisión es pensar en cómo te vas a sentir respecto a lo que hiciste en un par de años. Imagina que pensarás de ti cuando te mires al espejo. Cómo se lo explicarás a tus nietos. Si no te gustan las repercusiones a largo plazo, es posible que necesites volver a pensar sobre tu decisión. Tu corazón te dirá que hacer.
Autora Rosy Guerra de Normans.
Fuente http://manuelgross.bligoo.com/20150522-toma-de-decisiones-los-32-factores-a-considerar-en-las-4-etapas-del-proceso