Por: Luciana Paulise
Seguramente habrás escuchado hablar sobre la mejora continua como un requisito para las empresas que quieran perdurar en el largo plazo. ¿De qué se trata? Se trata de justamente buscar continuamente mejorar lo que estamos haciendo, no conformarse con los resultados que tenemos actualmente, y cuestionarse continuamente si las cosas pueden hacerse mejor. ¿Así de simple? Sí, es así de sencillo siempre que se logre el compromiso de todos los empleados, por eso hoy recomiendo que leas esta nota si tenés una PYME y querés llegar bien alto.
¿Por qué cada vez se ubica más arriba en el ranking de los pilares para una empresa sustentable? Porque es bien sabido que las empresas que sostienen esta cultura pueden adaptarse a los cambios y requerimientos del cliente más rápidamente y mejor. Los japoneses fueron los primeros en implementar la filosofía de la mejora continua (Kaizen en japonés) de la mano de Deming. Kai significa “cambio” y Zen significa “bueno”, es decir, cambios que llevan a la mejora del sistema en su conjunto.
La filosofía Kaizen es altamente recomendable para una PYME por su bajo costo y facilidad para obtener rápidos resultados. Además, no puede implementarse mal, la única falla en el Kaizen es dejar de intentar mejorar. Puede aplicarse en todas las industrias y áreas de las empresas, desde la oficina hasta la fábrica, una entidad deportiva, una clínica y hasta en la organización personal , con el objetivo de llegar cada vez más alto.
Para llevarla a cabo se necesita:
La implementación se hace a través de métodos y herramientas destinadas a optimizar las operaciones, promover la innovación y mejorar la gestión. Como mencioné en el copete, su implementación sólo es posible mediante el aporte proactivo de todos los integrantes de la organización que generan mejoras incrementales, pequeñas y grandes, que se suman en un proceso infinito.
Una de las herramientas más básicas de la mejora continua, es el ciclo de gestión PDCA (Plan-do-check-act en inglés) que consta de 4 pasos fundamentales:
Planear: identificar lo que se quiere mejorar y pensar soluciones
Hacer: desarrollar el plan de implementación, comunicarlo y ejecutarlo
Controlar: verificar el progreso del plan, modificarlo si es necesario y monitorear los resultados
Actuar: Evaluar los resultados, estandarizar los pasos que fueron efectivos y/o corregir y reiniciar al ciclo.
En Molinos Río de la Plata tienen un programa de Mejora Continua que se apoya en dos pilares: uno es la gestión diaria y el otro es la mejora enfocada. De esta forma se trabaja continuamente en mejorar pequeñas cosas y a su vez se enfocan en un proyecto específico de mayor envergadura. Así han mejorado logrado excelente resultados en distintos indicadores del negocio.
Una de las bondades de esta metodología es que una vez que los empleados están capacitados, la agilidad y experiencia se va transmitiendo de unos a otros con el tiempo, por lo cual no se necesita asesoría externa eternamente, sino sólo para instalar la cultura.
En Toyota, la gigante automotriz, una de las primeras compañías que sostuvo esta metodología y la desarrolla ampliamente con su TPS o Totoya Production System. El Toyota Way se basa justamente sobre dos fuertes pilares “Mejora continua” y el “Respeto por la gente” para lograr la calidad. En Toyota Zento realizan distintas actividades que además de mejorar la eficiencia de la compañía empoderan, comprometen y motivan a los empleados:
¿Tenés en tu empresa una cultura de mejora continua? Contanos tu experiencia en el blog o por mail a Luciana.paulise@biztorming.com.ar
¡¡Éxitos!!
Fuente http://blogs.infobae.com/pymes