Por Eduardo Press
Definiciones preliminares
Pienso a las empresas como un sistema social humano. Sistema porque esta formado por diferentes “partes” relacionadas entre sí de tal forma que se influyen y son influidas recíprocamente. Social porque sus “partes” son seres vivos y humano porque los seres vivos son personas.
Esto significa que el funcionamiento de la empresa se caracteriza (entre cosas) porque acciones y decisiones tomadas en cualquier área incidirá más tarde o más temprano en el conjunto de la organización.
Las conversaciones son los hilos que sostienen los sistemas sociales humanos.
En una organización las diferentes personas participan en múltiples conversaciones por cumplir diferentes funciones (se puede ser superior, subalterno, par, proveedor, cliente)
Cada uno participa en una interacción dinámica entre sus singularidades (función, creencias, conocimientos, aptitud, experiencia, expectativas, deseos, etc.) y los límites que le impone la organización (qué cosas se pueden hablar, con quién, dónde, oportunidad, etc.).
En las conversaciones participamos con nuestra persona en su totalidad, toda nuestra persona está comprometida en el proceso.
Las conversaciones
Las conversaciones son lo que le dan cohesión al sistema, son intangibles pero sus efectos tienen la fuerza del acero.
Cada tipo de conversación necesita una preparación diferente, incluso aquellas “espontáneas” se producen sobre temas que alguno de los interlocutores tiene “in mente”, es decir está preparado para decirlo en algún momento.
Es beneficioso saber elegir qué tipo de conversación es conveniente según el tema y el o los interlocutores.
Cuando se hacen conversaciones individuales y privadas debemos saber que los demás estarán atentos a “ver que pasa”, suelen despertar curiosidad y recelos (“¿qué será que es necesario hacerlo en privado”? suele ser una pregunta corriente que alimenta la aparición de rumores).
En las conversaciones en las empresas encontramos interrupciones frecuentes, dificultades para escuchar al otro y esperar que desarrolle su idea, respuestas inmediatas, muchas veces más que una conversación parece tenis de mesa, se elevan los tonos de voz (lo que dificulta la escucha) y en conversaciones grupales hablan varios al mismo tiempo, se superpones las voces y poco se entiende de lo que se está hablando.
Una buena conversación se desarrolla cuando la comunicación es fluida, clara y respetuosa, como una danza en la que cada uno acompaña al otro, cada uno sigue al otro según sea el momento, cuando hay armonía entre las palabras, el tono de la voz y los gestos y la actitud corporal, cuando los interlocutores se muestran interesados, cuando se escuchan (oír y comprender).
Contribuyen a la creación de espacios de información, participación y opinión.
Herramientas
Reflexiones finales
Fuente: Eduardo Press. Consultor en Psicología Organizacional
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