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¿Qué cualidades o habilidades buscamos en nuestros empleados?

¿Qué cualidades o habilidades buscamos en nuestros empleados? A veces, las cualidades las poseen de forma innata; otras, hay que formarles en ellas de forma adecuada.

Respondiendo a la pregunta inicial, lo más apreciado hoy en día y para según qué puesto, son el liderazgo, la comunicación y el trabajo en equipo.

El liderazgo, como todas las habilidades, es algo que se puede adquirir y habrá que ver qué tipo de liderazgo es el más adecuado para cada situación y equipo de trabajo.

El liderar supone integrase en un equipo, pero siendo quien marque las directrices para conseguir los objetivos. Hay gente que por liderar entiende dar órdenes “porque lo digo yo que tengo el mando”. Incluso hay quien piensa que gritando se es mejor líder y ahí está equivocado.

Aquel que tiene capacidad de liderar suele llegar a ocupar puestos de responsabilidad. Desgraciadamente, no todos los que ocupan puestos de responsabilidad tienen capacidad de liderar de forma adecuada, ni todos los que tienen la habilidad de liderar ocupan puestos importantes dentro de la organización. El llegar a los puestos de responsabilidad depende de muchos factores y no sólo de la valía de cada trabajador.

Para poder adquirir la habilidad de liderar hay que tener actitud para conseguirlo, teniendo en todo momento los pies sobre la tierra, para no ir hacia terreno peligroso.

La comunicación es algo que cada vez adquiere mayor relevancia en el mundo empresarial. En ella, intervienen siempre dos partes: el emisor y el receptor. Y para que interactúen, la comunicación debe ser eficaz. No consiste en soltar una serie de palabras.

La comunicación es algo que ocurre a lo largo del día. El hacerlo correctamente va a evitar problemas más adelante. Por ello, hay que ser claro, conciso y , en todo momento, adaptarse al entorno. No sólo en lo que a la comunicación oral se refiere. También en la escrita, e incluso, en la no verbal.

Hay quien piensa que el que conoce un cierto campo en profundidad es el que mejor puede, hablar, opinar… Pero a veces, nos encontramos con expertos con graves problemas de comunicación.

El trabajo en equipo supone que tenemos que interactuar con un colectivo. Todos trabajamos con otras personas y cada ser humano por naturaleza somos distintos.

Esto hace que el congeniar con nuestros compañeros de trabajo o responsables no sea fácil. Cada uno tenemos una forma de hacer las cosas que no es ni mejor ni peor sino nuestra manera de hacerlas.

Creo que ya he comentado en alguna ocasión, que al integrarse en un grupo ya establecido se suscitan muchas suspicacias, sobre el nuevo: “viene a quitarme mi trabajo” suele ser una idea que ronda a algunos “compañeros”. Obviamente, quien piensa así, no es buen trabajador de grupo. Además de rasgos propiamente laborales, el trabajo en equipo lleva implícitos ciertos rasgos sociales; habilidades transferibles que debemos aplicar en el equipo, para amoldarse y adaptarse a los demás buscando el punto de equilibrio entre todos los miembros del equipo de forma que seamos un maquinaria compacta haciendo que todo funcione a la perfección. Un buen equipo, además, será consciente de los puntos débiles y fuertes de cada uno y trabajará aprovechando esta información para ser exitoso.

Según recientes estudios estas son las habilidades más demandadas por las organizaciones. Yo, además añadiría otras cualidades igualmente importantes:

Saber escuchar. (aunque es una extensión de la comunicación) Toda opinión ha de ser escuchada, para poder opinar. Debemos ponernos más en el lugar de los otros. Esto no quiere decir que estemos de acuerdo con lo que dice. Escuchando obtenemos la información necesaria para interactuar correctamente con nuestro entorno.

Capacidad de delegación. (aunque también puede considerarse como una extensión de liderazgo). Todos tenemos muchas labores que realizar y muchas veces, no llegamos a todo. Si hablamos de un equipo, todos los integrantes deberían ser capaces de delegar ciertas tareas. Esto va a ser útil para evitar el tradicional papel de “imprescindible”. Si todo el equipo es capaz de hacer todo, evitando, así, que si alguien es el que suele hacer una tarea, el día que falte al trabajo (enfermedad, vacaciones) alguien pueda sustituirlo adecuadamente.

Capacidad de reconocer los errores. No hay nadie perfecto. Todos nos equivocamos. Hay que evitarlos, está claro, pero si pasan, tenemos que saber asumir nuestra responsabilidad. El reconocer los errores también supone buscar las medidas necesarias para que no vuelvan a ocurrir. Pero también nos encontramos con los trabajadores inmaduros que jamás van a reconocer que se equivocaron. Todo comentario les hiere, como si un error fuera en detrimento de su persona. Volvemos a “saber escuchar”. Esto esta directamente relacionado con la humildad de cada persona.

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Tolerancia y paciencia. Todos somos humanos y bajo presión es posible que podamos perder los nervios en alguna ocasión. No obstante, eso es algo que tenemos que evitar, “inyectándonos” una de dosis de paciencia y tolerancia. Siempre encontraremos en nuestro equipo compañeros que argumentan nuestras decisiones y opiniones. Todas las posturas, dentro de un equipo deben ser tomadas en cuenta. A veces, nuestros compañeros se plantan en una posición radical. Con paciencia y tolerancia, usando, la buena comunicación, tenemos que avanzar, a veces, aceptando la postura del otro. Perder los nervios, no nos va a ayudar a dar pasos adelante. No olvidemos que no por gritar más o por perder la compostura, los problemas o la carga de trabajo, van a desaparecer; sino todos chillaríamos.

Debemos saber tomarnos las cosas de forma constructiva. También hay que saber tolerar todo tipo de ideas y de actitudes de las diferentes personas con las que tenemos que trabajar, por mucho que nos cueste.

La capacidad de gestión. La jornada de trabajo tiene las horas que tiene y en ellas tenemos que hacer todo lo que nos marquemos para esa jornada. El distraernos es fácil. Hay que concentrarse. También están los compañeros que son “monotarea” que no pueden empezar algo nuevo sin haber terminado lo que estaban haciendo anteriormente.

Desgraciadamente, hoy en día, a veces, tenemos varios frentes abiertos, que tendremos que ir controlando y cerrando así como podamos. Por lo tanto, hay que aprender a ser buenos gestores de nuestro tiempo, sabiendo diferenciar las tareas a las cuales hay que darles una solución ya y las que pueden esperar, haciéndoselo ver a los que las solicitan. Esta habilidad está directamente relacionada con la capacidad de organización; una cosa tras otra. Tenemos que ir cerrando temas porque sino vamos a tener 50 tareas empezadas y ninguna acabada y nos va a generar mucho caos.

– Creatividad. Cada vez más se solicita a los trabajadores que sean creativos. Es algo que podemos y debemos potenciar porque, en muchas ocasiones, tenemos que echar imaginación para buscar alternativas que nos ayuden a sacar nuestro trabajo adelante. Hay que pensar y pensar para que se nos ocurran las ideas. Está claro que es más fácil tirar la toalla y ahogarnos en la pena, sin embargo, esto no es nada útil.

Como he dicho al principio, no todos los trabajadores tienen estas de forma innata. Hay que formarles. Las empresas, cada vez invierten más en formar a sus plantillas en habilidades para conseguir que, en función del puesto de trabajo que ocupen, potencien más unas u otras en función de lo que requiera. Esto es un valor al alza que hace que los trabajadores que reciben este tipo de formaciones noten los cambios desde el primer día. Formar en habilidades es invertir en las personas que van a saber sacar mayor partido de si mismos y va a ser reflejado directamente en un mejor desempeño de su trabajo que, a la que más beneficia, es a su organización.

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Estas habilidades son muy importantes tenerlas o potenciarlas; eso sí, de nada nos sirven sino sabemos utilizarlas de forma profesional y eficiente. Porque podemos formarnos, desarrollando estas habilidades, sin embargo, tendremos que ser nosotros los que, aplicando el sentido común, sepamos cuándo se pueden usar y por qué. A veces, las personas usan este tipo de habilidades sin saber hacerlo y esto no lo da la formación.

Debemos desarrollar todas estas habilidades, bien sea aquellas que tenemos de forma innata, así como aquellas habilidades que necesitemos aprender. Esto conllevará que llevaremos a cabo nuestro trabajo de una forma más efectiva y al mismo tiempo, nos ayudará a progresar dentro de la empresa y por qué no, nuestra vida.

Fuente: https://juanmartinezdesalinas.com/2008/06/28/qu-cualidades-o-habilidades-buscamos-en/

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