Por Francisco Alcaide
Algunos meses atrás estuve impartiendo una conferencia sobre liderazgo para la Asociación Madrileña de la Empresa Familiar (AMEF). Los empresarios-fundadores y directivos que acudieron, representaban a empresas con más de 100, 90, 70 y 30 años de existencia en el mercado. Por allí estaban Viena Capellanes (1873), Pastelería Mallorca (1931), Clínica Baviera (1992) o Iberext (1989), entre otras muchas.
Lo primero que hice, sin dudas, fue felicitarles. Siempre es un placer acudir a un foro donde las empresas han conseguido sobrevivir tanto tiempo y a todo tipo de vicisitudes (pandemias, guerras, crisis económicas, etc), máxime teniendo los datos lo difícil que es la supervivencia empresarial. Por dar sólo algunas cifras:
La pregunta es inmediata: ¿Qué es lo que hace que una empresa pueda sobrevivir tanto tiempo? La respuesta se resume en una palabra que engloba muchas cosas: Adaptabilidad. La pregunta también es inmediata: ¿De qué depende la Adaptabilidad? Entre otras cosas:
Todos estos conceptos tienen que ver con el aprendizaje continuo y se puede resumir en una palabra: Humildad, algo de lo que hablábamos precisamente en el post El liderazgo es más potente cuando es humilde y también en Los grandes líderes son grandes escuchadores, porque precisamente la Adaptabilidad está altamente correlacionada con la Humildad, que es la base del crecimiento y la mejora. Si la sabiduría es algo, la sabiduría es humildad. O dicho de otro modo:
Crecer es mejorar; mejorar es cambiar; cambiar es hacer autocrítica; hacer autocrítica es humildad.
El ego es todo lo contrario a la humildad, por eso Ryan Holiday escribió uno de los mejores libros de los últimos años: El ego es el enemigo. Conviene recordar que en los tiempos que vivimos, de gran velocidad, el aletargamiento se paga caro, muchas veces incluso sin tiempo para reaccionar. Hoy día todo es menos estable, más efímero, más frágil, más rápido… por tanto, la adaptabilidad es crítica.
Hoy más que nunca es fundamental estar muy pegado al mercado; hoy más que nunca hay que cambiar la forma en que cambiamos. En Tu futuro es HOY (Alienta, 6ª edición) citamos a Jack Welch, más de 20 años CEO de General Electric, quien decía: «Cuando el ritmo de cambio exterior es superior al ritmo de cambio interior de una organización, el final está cerca». Y añadía: «La capacidad de una organización de aprender y convertir en acción lo aprendido es su principal ventaja competitiva». En definitiva, y como apuntábamos hace unos días en nuestra cuenta de instagram:
Los cambios traen oportunidades, pero también incomodidades. La clave está en la adaptabilidad.
El pasado sábado 4 de marzo, en el Calendario Aprendiendo de los mejores (Alienta Editorial), recogíamos las palabras de Bruce Lee (te recomiendo su obra Cartas del dragón), muy clásicas y que incluso han sido utilizadas para anuncios de televisión: «Si pones agua en una taza, se convierte en taza; si pones agua en una botella, se convierte en botella. Sé agua amigo mío». Y decíamos analizándolas: «Sólo los flexibles avanzan. La rigidez frustra y hace quedarnos estancados». Ya hace algunos Philip Kotler, padre del marketing moderno, decía: «Cuatro características de empresas con más de cien años: cautos con el dinero, atentos al entorno, innovación y mejora continua».
Fuente: https://www.franciscoalcaide.com/blog-francisco-alcaide-2/335-adaptabilidad-clave-de-las-empresas-que-perduran